Monseñor Carlos Castillo, en su condición de Arzobispo de Lima, fue entrevistado por la comisión enviada por el Vaticano que llegó a Lima esta semana para realizar investigaciones en torno al caso Sodalicio. "Esperamos que todavía tengamos, antes de fin de año quizás, una propuesta de salida, pero la investigación continuará", dijo.
Esta semana una comisión del Vaticano llegó a Lima para realizar investigaciones en torno al caso Sodalicio. El arzobispo de Lima, monseñor Carlos Castillo, fue uno de los entrevistados por las dos personas enviadas por el Papa Francisco para recoger información.
Al respecto, el arzobispo de Lima comentó detalles de esta visita y se refirió al plazo para que los representantes de la Iglesia Católica puedan terminar su investigación y presentar un informe sobre este caso.
"Lo más probable es que todavía va a haber una o dos visitas más para completar algunas cosas que quedan de las primeras impresiones, que tienen un círculo prácticamente interno, aunque tenemos mucho material desde antes, o sea, siempre hubo material hace mucho tiempo", señaló en el programa 'Diálogo de Fe', de RPP.
"La Iglesia, a través del Santo Padre, ha tomado la decisión de reunir todos esos elementos para poder emitir un juicio y una andadura hacia el futuro. Esperamos que todavía tengamos, antes de fin de año quizás, una propuesta de salida, pero la investigación continuará. Es un grupo bastante serio, son dos personas, pero muy expertas y quizás lo que venga tenga muchas novedades para todos", agregó.
Días atrás, el monseñor Carlos Castillo se refirió sobre las investigaciones que realiza la comisión especial de El Vaticano acerca del caso Sodalicio y afirmó que "se desea como algo principal el poder llegar a una conclusión" y que confía que en poco tiempo "tendremos alguna decisión" sobre "este caso tan grave".
"Han pasado varios años de investigacion, de exploración, sobre todo de demanda y queja justa de las personas que han sido víctimas y es hora de ya haber madurado el proceso y se desea como algo principal el poder llegar a una conclusión, pero evidentemente para eso hay que asegurarse de varias cosas y para eso se hace una última exploración que de hecho ha costado muchísimo tiempo", señaló el pasado 22 de julio en Diálogo de Fe.
A ello, añadió que "la pandemia impidió muchas cosas, detuvo muchos procesos de investigación", pero que "ahora se toma todo en mano y pensamos que en poco tiempo tendremos alguna decisión respecto de las distintas opciones posibles que hay dentro de este caso tan grave".
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Testimonio en el caso Sodalicio
El escritor y artista plástico Martín López de Romaña habló sobre las sensaciones que le dejó la reunión que sostuvo con la misión especial que envió el Vaticano al Perú para investigar los abusos sexuales cometidos por el Sodalicio de Vida Cristiana, comunidad perteneciente a la Iglesia Católica, y que tiene como fundador a Luis Fernando Figari.
"Me he reunido con ellos y fue una buena experiencia. Yo fui a la comisión que el Sodalicio organizó con su plata, digamos, y todo el tiempo me parecía que era control de daños, control de crisis. Esta vez, tuve una experiencia distinta, los investigadores no estaban tratando de tapar huecos o de averiguar cuánto sabía yo, sino de hacer un informe de la realidad", indicó durante una entrevista en Las cosas como son.
"Ellos no están interesados tanto en narrativas, sino en poder probar hechos", agregó sobre la comitiva liderada por Charles Scicluna y Jordi Bertomeu, integrantes del Dicasterio para la Doctrina de la Fe del Vaticano, con amplia experiencia en casos de pedofilia y organizaciones católicas sectarias en diferentes partes del mundo.
Martín López de Romaña cuenta en su novela de no ficción, La jaula invisible, su experiencia en la Familia Sodálite, a la que perteneció desde los 12 años hasta los 33, cuando tomó la decisión de abandonarla tras acumular una serie de experiencias traumáticas y desagradables.
"El título (del libro) hace referencia a este estilo de secuestro mental que hacen algunas sectas. Es decir, en el Sodalicio no había un secuestro físico -alguna vez lo hubo en algún caso particular- pero el secuestro era mental", afirmó el escritor.
"Yo pienso que (el Sodalicio) es una secta destructiva de control mental parasitaria de la Inglesia católica. Destruye a la familia, a la persona, a su psiquis", añadió.
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