¿Cómo se explica el aumento del sicariato en el Perú y qué medidas debe implementar el Gobierno para combatirlo?

De enero a febrero del 2023 se han registrado 44 denuncias por sicariato en el Perú, superando los 23 casos que se realizaron en el mismo periodo de tiempo en el 2022, lo que ha representado un incremento de cerca del 50 %, según datos de la Policía Nacional del Perú.
De acuerdo con el general PNP Óscar Arriola, director de la División Nacional de Investigación Criminal (Dirincri), los distritos de San Juan de Lurigancho y Ate encabezan los números rojos de estos actos de muertes violentas. Asimismo, indicó que en nuestro país hay una peculiaridad en torno a esta problemática: "El sicariato está donde hay una convivencia: primero, de informalidad. Pero un paso más allá, en la perpetración ilícito penales. O sea, pasa por un tema de venganza, de control y el perfil de las víctimas en un alto porcentaje guarda relación con actividades ilícitas", manifestó.

Arriola precisó, además, que la migración extranjera ha cobrado un "vigor negativo" en este problema del sicariato. De igual manera, indicó que en la actualidad los asesinos por encargo "ya se muestran en un mercado como tal", donde existe la oferta y la demanda. "Hoy en día se ha expandido y suele ser un sicario una pieza de recambio, porque se ha ensanchado este mercado, este ofrecimiento", advirtió.

Según el exministro del Interior Rubén Vargas, el crecimiento del sicariato tiene que ver directamente con la presencia y expansión de las economías criminales e ilegales en nuestro país: narcotráfico, contrabando, tala ilegal, minería ilegal, etc. "En los países donde hay una fuerte presencia de economías ilegales, el sicariato es algo así como un brazo operativo, un brazo armado necesario e indispensable. Es parte de esa estructura, porque estamos hablando de generación de bienes y servicios ilegales, pero para que esa inversión sea rentable, necesitan tener un brazo armado y ese finalmente es el sicario", explicó.

Por otra parte, Vargas señaló que el sicariato en nuestro país está muy relacionado con el control y hegemonía de los territorios de las zonas urbanas. En Lima, por ejemplo, hay una guerra silenciosa por el dominio de las calles con la finalidad de controlar en términos extorsivos a los comerciantes formales e informales. Por otro lado, hay una guerra silenciosa para la trata de personas con fines de explotación sexual.

¿Hay una estrategia clara para neutralizar su avance? El general (r) PNP Cluber Aliaga, exministro del Interior, aclaró que actualmente en el Estado no existe una estrategia integral para hacerle frente a esta problemática en sus 3 momentos: antes, durante y después. "Lo que tenemos son respuestas aisladas de algunos sectores del Estado, sobre todo de la Policía, pero no se ve un trabajo articulado entre Policía, Fiscalía, Poder Judicial, INPE y, peor aún, de los otros estamentos del Estado", lamentó.

"Me preocupa mucho el sicariato porque está revelando la punta del iceberg del desarrollo y avance de la criminalidad. El Perú era un país donde se robaba mucho y se mataba poco, estamos pasando ya a competir con los países más violentos (...) El Perú está perdiendo la lucha contra la delincuencia, que está fortaleciéndose y capitalizándose", advirtió Aliaga.

¿Qué medidas se pueden implementar para combatir el sicariato? Cluber Aliaga consideró que la estrategia del Estado no puede limitarse a la persecución del sicario, ya que este personaje solo es la cara visible de un problema mayor: el crimen organizado. En ese sentido, el exministro del Interior indicó que, en primer lugar, la estrategia tiene que pasar necesariamente por fortalecer la inteligencia policial contra el crimen organizado.

Asimismo, para combatir de manera efectiva al sicariato, tiene que reforzarse el trabajo en equipo entre la Fiscalía contra el crimen organizado y la Policía especializada contra el crimen. Esta unidad policial, indicó, tiene que contar con plataformas tecnológicas que le permita enfrentar a las extorsiones y otros delitos de manera más eficiente. "La Policía especializada está peleando, mendigando por intervenir legalmente un número telefónico cuando eso tendrían que hacerse de manera automática. Necesitamos que la Policía tenga una tecnología que le permita enfrentar las extorsiones y el sicariato y, en general, el crimen organizado", sostuvo.

El mercado negro de armas de fuego en el Perú: En el año 2022, en nuestro país fueron decomisadas 13 267 armas de fuego. De ese total, el 44% se confiscaron en Lima y Callao, según datos de la Superintendencia Nacional de Control de Servicios de Seguridad, Armas, Municiones y Explosivos de Uso Civil (Sucamec).
Al respecto, Fausto del Castillo, director de la Asociación de Usuarios Responsables de Armas, indicó en RPP Noticias que el informe brindado por la mencionada entidad carece de unos datos importantes para entender mejor la magnitud del problema. "(El informe) debería decir qué armas son de origen legal, deberían decir cuántos son de civiles, de policías, de militares y cuántas han venido fuera del país, que no tienen registro de internamiento al país. Ese dato es el más importante. Como asociación hemos pedido esto desde que promulgamos la Ley 30299 ya hace una década y nunca nos han dado, no sabemos si no saben, no les interesa o los números los asustan", manifestó.