El cardiólogo César Mendoza Trauco, que labora en el Hospital Jackson Memorial de Miami (Estados Unidos), espera recibir la segunda dosis de la vacuna en 21 días. "Voy a tener una gran protección contra el virus, pero necesito seguir manteniendo las medidas de protección personal y distancia social", contó en exclusiva para RPP.
El cardiólogo César Mendoza Trauco, que labora en el Hospital Jackson Memorial de Miami (Estados Unidos), se ha convertido en el primer peruano en recibir de manera oficial la vacuna contra la COVID-19 fabricada por Pfizer y BioNTech.
Mendoza Trauco, que atiende a pacientes en riesgo de infección por el coronavirus SARS-CoV-2, recibió este martes la primera dosis y deberá recibir una segunda en 21 días. "Ha sido una grata experiencia, es algo que he estado esperando por mucho tiempo", declaró en exclusiva para RPP.
El médico peruano contó que ha estado en constante exposición con pacientes críticos de la COVID-19, por lo que el centro de salud donde trabaja consideró que tenía que ser inmunizado, en un momento en que Estados Unidos superó las 300 000 muertes, consolidando primer puesto en número de fallecidos por el nuevo coronavirus.
"Me siento un poco aliviado, porque al menos he conseguido algo de protección. Todos los estudios han demostrado que esta vacuna es bastante segura y efectiva. Y estaba esperando este momento para poder vacunarme y contribuir, de esta manera, a que este sea el principio del fin de esta pandemia", manifestó.
"NECESITO SEGUIR MANTENIENDO LAS MEDIDAS DE PROTECCIÓN PERSONAL"
César Mendoza Trauco, que expresado su emoción por el comienzo de la vacunación, dijo que "el hecho de que haya recibido la primera dosis de la vacuna no significa de que ya voy a hacer mi vida normal muy pronto".
"Voy a tener una gran protección contra el virus, pero necesito seguir manteniendo las medidas de protección personal y distancia social, porque tengo que dar el ejemplo y tengo que seguir protegiendo a la gente que todavía no está vacunada", enfatizó.
El cardiólogo peruano explicó que la enfermedad que provoca el virus SARS-CoV-2 es muy agresiva y la progresión entre los infectados es rápida. "He visto pacientes que han estado aparentemente establece y, en muy pocos días, terminaron en un estado tan crítico que tuvieron que ser incubados y permanecer por mucho tiempo en cuidados intensivos, e incluso [algunos] murieron a pesar de todos los cuidados que recibieron", sostuvo.
A la pregunta, ¿qué le enseñó esta pandemia este año?, el médico respondió: "He aprendido a valorar la vida muchísimo más. Realmente, venir a trabajar al hospital en estas condiciones, da miedo, venía con temor, porque no sabía qué es lo que iba a pasar. Entonces, he visto la vida de otro modo. Y conseguir estar más cerca de la gente, porque estaba enfermedad nos ha separado muchísimo. [Esta enfermedad] nos ha hecho más humano".
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