Jorge Yamamoto, psicólogo social, brindó en RPP una perspectiva esclarecedora sobre el papel de las bromas en nuestras vidas y su impacto en nuestra salud mental.
Este 1 de abril, muchos países en todo el mundo celebran el April Fools' Day o día de las bromas, una ocasión dedicada a la diversión mediante la creación y disfrute de bromas. Este evento guarda notables similitudes con el día de los inocentes, una festividad hispana ampliamente reconocida. En este contexto, surge la pregunta sobre el impacto de las bromas en nuestra salud mental.
Para el psicólogo social Jorge Yamamoto, las bromas poseen una relevancia significativa en el mantenimiento de nuestra salud mental. Destaca que estas no solo actúan como mecanismos para aliviar la ansiedad y afrontar desafíos con mayor eficacia, sino que también fortalecen los vínculos entre amigos, convirtiéndose en memorables anécdotas que cohesionan al grupo.
Comenta también que cuando nos reímos después de una buena broma, nuestro organismo experimenta una serie de cambios bioquímicos y fisiológicos que tienen un impacto positivo en nuestra salud. “Va a producir una serie de neurotransmisores energizantes como la dopamina, luego va a producir neurotransmisores que reducen el estrés como la oxitocina que a la vez va a generar una mayor cohesión grupal”, expresó el especialista.
Además de sus beneficios mentales, la risa también aporta mejoras físicas significativas, como el fortalecimiento del sistema inmunológico. Al reducir el estrés y la ansiedad, la risa crea las condiciones ideales para un sueño reparador, mejorando así la calidad de nuestro descanso nocturno.
Actualidad
¿Cuáles son los efectos de la risa en nuestro organismo después de una buena broma?
¿Qué tanto puede afectarnos una broma pesada?
Advierte que una broma de este tipo puede generar exclusión, reducir la liberación de oxitocina y empatía, lo que resulta en un impacto negativo en la salud emocional y las relaciones interpersonales.
Asimismo, destaca la falta de reflexión en torno a las bromas, observando cómo la sociedad actual a menudo perpetúa un ciclo de agresor, víctima y espectadores que apoyan al agresor. En lugar de promover un ambiente positivo, estas bromas pueden fomentar la agresión hacia los compañeros.
Frente a esta realidad, Yamamoto invita a reflexionar sobre el verdadero impacto de nuestras acciones humorísticas, cuestionando si contribuyen a un entorno saludable o si, por el contrario, exacerbamos la agresión hacia los demás.
Actualidad
¿Cuál es el grado de impacto que puede tener en nosotros una broma pesada y cómo puede influir en nuestra salud emocional?
Te recomendamos
Comparte esta noticia