La danza de las pastorcitas es infaltable en los pueblos lambayecanos, pero en Mórrope, Túcume e Íllimo aparecen durante la festividad en honor el Divino Niño Dios de Pascua.
Ya se acerca la Noche Buena, noche en que Jesús nace, noche en que Dios se hace hombre. Es la Navidad y los feligreses católicos celebran el nacimiento de Jesús con muchas expresiones artísticas. La danza de las pastorcitas es una de ella.
No hay mujer lambayecana que de niña haya salido de pastorcita en su pueblo natal. De distrito a distrito difieren en cantidad y en la vestimenta, pero en lo que sí concuerdan todas las danzas de pastorcitas es que son niñas entre siete a 15 años, acompañadas de uno o dos niños que van vestidos de serranitos o pastorcitos.
En casi todas las parroquias lambayecanas hay danzas de pastorcitas y su aparición se da por iniciativa de personas adultas, empeñadas en que esta tradición se mantenga. Por eso, año tras año se dan la paciencia de seleccionar a las niñas y prepararlas.
En Motupe, nuestra colaboradora Victoria Escalante Arboleda nos cuenta que el Niño Jesús es sacado en procesión, pero de madrugada para que desde los primeros rayos del sol, bendiga al día y a la población le vaya bien en sus quehaceres diarios.
Fiesta
Pero es en los distritos de Mórrope, Túcume e Íllimo, donde la celebración de la Navidad se hace a través de la fiesta en honor al Divino Niño Dios de Pascuas.
Según los historiadores, la tradición data desde el año 1890 en Túcume, 1860 en Íllimo y desde inicios del siglo XIX en Mórrope.
La participación de las niñas y los niños forma parte de las ofrendas que hacen las familias para alegrar el nacimiento de Jesús y por eso, desde octubre ya están los mayordomos visitando los hogares para hacer el ruego que termina con la aceptación tanto de la familia como de la misma niña en ser pastorcita.
El 24 de diciembre, durante la Misa del Gallo, antes de las 23:30 horas, las pastorcitas ingresan al templo San Juan Bautista acompañadas por la banda de músicos para cantarle, danzarle y dejar su ofrenda al Niño Dios de Pascua.
Además, las pequeñas llevan palomas, pollitos, fruta, y todo tipo de cosas que van dejando al pie del pesebre. Las pastorcitas dejarán sus ofrendas y muchas de ellas, ofrecen toda su niñez para cantarle y bailarle a Niño Dios de Pascuas.
Y es que en Íllimo también se puede hacer ofrenda a Dios con canto y danza.
Por: Juan Cabrejos Becerra
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