Más de 5 mil animales vivos fueron recuperados durante el 2015 en varias zonas del país. A nivel mundial, son usados principalmente como mascotas exóticas.
Se trata de una de las 5 actividades del crimen organizado que recauda más dinero en el mundo. El tráfico ilegal de animales silvestres no solo tiene un impacto en la biodiversidad, sino que también involucra la evasión de impuestos y aspectos de salud pública.
Panorama nacional. En el Perú, 15 regiones son puntos de extracción de especies para este delito: Piura, Tumbes, Lambayeque, Cajamarca, Amazonas, Loreto y San Martín, Ica (Paracas), Ucayali (Pucallpa), Huánuco (Tingo María), Junín (La Merced), Ayacucho, Arequipa, Puno y Tacna.
A esto se suma que más del 80% del tráfico visible se concentra en los mercados de Lima, Tumbes, Loreto y Ucayali.
Las especies más afectadas. De acuerdo al Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (SERFOR), en aves, las especies más traficadas son los pihuicho de ala amarilla, botón de oro y una diversa variedad de loros y guacamayos. En anfibios figura la rana del Tititcaca y otras especies usadas para jugos y extractos.
En reptiles son las boas, iguanas, lagartos, tortugas como taricaya y motelo. Y en mamíferos son el mono ardilla, el mono titi y el mono machín negro principalmente.
Las rutas del tráfico. Las autoridades han identificado tres rutas. En la zona nororiental tiene como eje principal la ciudad de Iquitos y como nexo Yurimaguas, desde donde se tiene acceso al eje vial que va hacia la costa peruana.
La segunda ruta es por el centro: en Pucallpa llegan animales de Loreto y Ucayali a través de la vía fluvial, para luego acceder a las carreteras que conectan con la costa. Y por el sur, Puerto Maldonado concentra la fauna silvestre amazónica y permite entrelazarse con Cusco y la costa peruana a través de la Carretera Interoceánica Sur.
Riesgo para salud pública. Entre los años 2007 y 2012, Wildlife Conservation Society realizó un estudio en mercados a nivel nacional que presentaron venta de animales silvestres, detectando más de 17 agentes de enmerdad en aves, primates y reptiles procedentes del tráfico.
Entre estos agentes se encontraron bacterias zoonóticas, parásitos causantes de la enfermedad de Chagas y la malaria, herpesvirus humano y tuberculosis.
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