Los exministros de Relaciones Exteriores, Allan Wagner, José García Belaunde y Ricardo Luna rechazaron el evento de Runasur que se realizará en el Cusco y advierten que Evo Morales "se propone desmembrar al Perú otorgando a Bolivia una salida soberana al Pacífico y así conformar una "nación aymara" como extensión territorial boliviana".
Tres exministros de Relaciones Exteriores emitieron un comunicado este viernes en el que alertan sobre "una clara amaneza" a la "soberanía, independencia y seguridad nacional" que viene desde el exterior a través de una actividad anunciada por el expresidente de Bolivia Evo Morales.
El comunicado lleva la firma de los excancilleres Allan Wagner Tizón, José Antonio García Belaúnde y Ricardo Luna Mendoza, así como de ocho exviceministros de Relaciones Exteriores: Alfonso Rivero Monsalve, Hugo Palma Valderrama, Alejandro Gordillo Fernández, Eduardo Ponce Vivanco, Jorge Voto Bernales Gatica, José Antonio Arrospide del Busto, Fernando Rojas Samanez y Hugo de Zela martínez.
En el documento los firmantes señalan que el 20 y 21 de este mes, se realizará en el Cusco una una reunión de Runasur convocada por Evo Morales, de quien afirman "se propone desmembrar al Perú otorgando a Bolivia una salida soberana al Pacífico y así conformar una "nación aymara" como extensión territorial boliviana".
Los exembajadores indican que Morales ha sido explicito "en su desafiante convocatoria", pues en el decálogo de Runasur llama a fundar una "América Plurinacional" y señala que sus actores "serán pueblos indigenas, obreros, profesores, campesinos y académicos escogidos con la misión de capturar el poder".
El comunicado subraya que Runasur se plantea como una "entidad plurinacional que trascienda a los estados" y que tendrá como sede central la ciudada boliviana de Cochabamba.
Piden al Presidente defender la soberania nacional
Los ex funcionarios de Torre Tagle afirman que es obvio que "se trata de un vasto proyecto geopolítico transnacional para dejar de lado a los estados, su respectiva soberanía e independencia y, desde luego, los regímenes democráticos existentes".
Además, señalan que en el caso del Perú el peligro es mayor, por los propósitos enunciados por Morales y por ello "la sola convocatoria a la reunión del Cusco constituye una intromisión e injerencia inaceptables y que viola las normas fundamentales de las cartas de las Naciones Unidas y de la OEA".
Finalmente, indican que es deber del Jefe de Estado defender la soberanía nacional, proteger la seguridad de la población y asegurar que el territorio sera inalienable e inviolable; así como "comandar legitimamente las Fuerzas Armadas que deben garantizar la independencia, soberania e integridad territorial".
En ese sentido, afirman que el presidente de la República "no puede permitir y menos apoyar políticos extranjeros para realizar eventos que agreden nuestra independencia, soberanía y dignidad; propician la división entre peruanos y buscan la destrucción del Estado de Derecho".
"Las autoridades elegidas están obligadas constitucionalmente a adoptar inequívocas medidas que impidan tan ofensiva, no autorizada y perniciosa reunión", manifiestan.
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