Los incendios en la Amazonía han centrado en los últimos días la atención del mundo en Brasil, con llamados de la ONU y de líderes mundiales para "proteger" el pulmón del planeta.
Los ojos del mundo están puestos sobre el gran pulmón del planeta por los incendios que se expanden con especial incidencia en territorio brasileño, pero también en Bolivia. En el Perú también se vienen registrando incendios: 128 en los últimos 27 días, según Indeci.
Los incendios forestales se deben principalmente a las quemas provocadas para deforestar un terreno y convertirlo en área para actividad agrícola o para limpiar el área que antes ha sido ya deforestada.
“Son diversos incendios que están en diferentes puntos de la Amazonía. Lo que causa estos incendios son estas quemas que se realizan para actividades agropecuarias, pero que cuando se realizan en época seca y cuando hay fuertes vientos corren el riesgo de expandirse”, explicó Bruno Monteferri, director de la iniciativa Conservamos por Naturaleza de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA).
1. ¿Qué ocurre en Brasil?
Pese a que la temporada de incendios ya inició desde hace varios días, recién el tema se posicionó en las últimas horas en la agenda mundial, luego de viralizarse el hashtag #PrayforAmazonas. A ello se suma el factor Jair Bolsonaro, el presidente de Brasil que es un escéptico del calentamiento global y que ha responsabilizado a los conservacionistas de los incendios.
“En Brasil, aparentemente, lo que estamos viendo es que se está quemando lo que se deforestó previamente. El año pasado y en lo que va del año ha habido un pico de deforestación. Ahora lo que ha sucedido es que ese bosque tumbado, y aprovechando que es época seca, está siendo quemado”, explicó Ernesto Ráez, ecólogo, docente de la Escuela de Economía y Gestión Ambiental de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya y columnista de RPP.
Desde su llegada al poder, el presidente de Brasil ha promovido la apertura de áreas protegidas a actividades agropecuarias. Sobre los incendios forestales, su Gobierno ha señalado que se debe al “tiempo seco, el viento y el calor”. Sin embargo, para Ráez, los incendios y la deforestación “son producto de las políticas del gobierno brasileño”.
“Este no es año especialmente fuerte en sequia ni en vientos. Lo que sí es especial es que el señor Bolsonaro esté en la presidencia de Brasil. El señor Bolsonaro ha estado atacando a los conservacionistas. Ha estado debilitando y desautorizando a sus organizaciones científicas. Estos incendios y deforestación son producto de políticas del gobierno brasileño. Estos son incendios políticos, no climáticos”, consideró.
Entre enero y el 19 de agosto se han registrado 72.843 focos de incendios forestales en Brasil, un 83% más que en el mismo período del año pasado, según el Programa de Quemas del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE). Esta cifra es el mayor número de los últimos siete años y poco más de la mitad se reportaron en la Amazonía.
2. Desde el ángulo de Bolivia
Desde el frente boliviano, los incendios han afectado el Bosque Seco Chiquitano, un complejo de biodiversidad endémico en el departamento de Santa Cruz. Estos incendios se deben a la quema de campos de cultivo, una práctica ancestral que en Bolivia se llama "chaqueo".
“El mes pasado Bolivia aprobó quemas controladas diciendo que el chaqueo era necesario para que gente produzca alimentos”, detalló Ráez.
El Gobierno boliviano autorizó desde el pasado 10 de julio que se realicen quemas de hasta 20 hectáreas de pastizales para pequeñas propiedades y propiedades comunitarias. De esta manera, se busca ampliar la frontera agrícola, principalmente de soja.
3. La situación en nuestra frontera
La ministra del Ambiente, Lucía Ruiz, dijo a RPP que los incendios registrados en Brasil y Bolivia están “a varios kilómetros en paralelo” a regiones como Ucayali, Madre de Dios o Puno. En ese sentido, afirmó que están en permanente monitoreo. Para Ruiz, la ocurrencia de los incendios forestales en el Perú está relacionada a la práctica de la quema de pasto que “se sale de control”. Según la ministra, se vienen trabajando con los agricultores para evitar este tipo de prácticas.
Mercedes Perales, representante de la organización trinacional MAP (Madre de Dios, Acre de Brasil y Pando de Bolivia), indicó que la mayor preocupación de la provincia fronteriza de Tahuamanu es la llegada del humo, que “no tiene fronteras”. “El humo que provoca los incendios están viniendo hacia nuestra zona”, dijo.
Señaló que una de las acciones que se han desarrollado en la frontera ha sido la articulación con autoridades brasileñas de Acre y bolivianas de Pando para instalar una red de sensores que monitoreen la calidad de aire. “Hemos podido verificar que los niveles de concentración de material particulado, ceniza, está por encima de los límites”, manifestó.
4. Los incendios peruanos
En el Perú, se han reportado hasta el momento 128 incendios forestales según Indeci. La mayoría se presenta en el Cusco (30), Ayacucho (14) y Amazonas (6).
Para Ráez, los incendios forestales en el Perú son “por omisión” debido a que el plan de prevención que tendría que haberse aplicado antes de la temporada de quema no se cumple. “Evidentemente no se hizo la labor de prevención y ahora tenemos otro año más de incendios y de quema”, manifestó.
En el Perú se cuenta con las herramientas legales para tratar los incendios forestales. La Ley Forestal del 2011 y su reglamentación del 2015 establece sanciones para quien provoque incendios forestales. En diciembre del 2018, el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (SERFOR), entidad encargada de liderar la resolución este problema, aprobó un Plan de Prevención y Reducción de Riesgos de Incendios Forestales 2019 - 2022”.
5. Lo que falta hacer
Bruno Monteferri sostiene que en algunas regiones se han realizado capacitaciones, pero “en general falta mucho por hacer”, además de aprovechar la información científica de entidades como Senamhi.
Pese a la normativa, que es “absolutamente clara, existe un completo incumplimiento por parte de las autoridades, consideró Ráez.
“No se ha hecho labor de previsión. Por ejemplo, el monitoreo de clima y evaluación de riesgo ya lo hace Senamhi. Entonces, cuando es un día más caliente, más seco o sopla viento, es fácil evaluar el riesgo de incendio. En esos días que se declara el riesgo de incendio que se nos alerte de esta situación para que no se queme. Luego se monitorea en campo para verificar que la gente no queme. […] La otra cara de la prevención es capacitar a los agricultores para que cuando quemen los campos, lo hagan de manera controlada. Esa es una labor antes de que llegue la temporada de quemas. Ahora es demasiado tarde”, sostuvo.
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