Estamos a casi un año de la llegada del nuevo coronavirus al país y en plena temporada de verano las restricciones para evitar contagios incluyen el acceso a las playas, en un país con 3,080 kilometros de litoral, según el INEI.
La Ministerio de Salud estableció que el uso de playas quede restringido en su totalidad, salvo deportes acuáticos, hasta el 31 de enero del 2021. Este ministerio sostiene que en la playa las personas suelen sacarse la mascarilla, aludiendo a la causal de esta restricción. Además, explica que es imposible fiscalizar el aforo y controlar a la magnitud de personas que acuden a algunos balnearios.
“En el tema de las playas hay varios aspectos a considerar. Uno es que, efectivamente, son espacios abiertos donde el riesgo es menor, pero dada la magnitud de las personas que se reúnen en las playas los meses de verano y feriados, sí se vio por conveniente establecer algunas restricciones”, explicó a RPP el Director de Promoción de Salud del Minsa Alexandro Saco.
Además, explicó que es necesario analizar todo lo que ocurre alrededor del uso de playas por parte de los ciudadanos.
El espacio público no es un problema de pandemia
Durante la pandemia diversos especialistas aseguran que los espacios públicos se han revalorizado; es decir, que las personas han tomado más en cuenta la importancia de estos espacios de uso público y sin fines de lucro.
Luego de estar meses en aislamiento social obligatorio, los espacios abiertos y ventilados como parques, plazas, malecones, playas y demás han sido mejor apreciados por los ciudadanos.
“La pandemia nos ha hecho pisar tierra, el espacio público nunca va a dejar de ser esencial o necesario. Es ese espacio abierto donde uno no tiene que pagar para usarlo, es una necesidad básica del ser humano y nunca va a ser reemplazado por un centro comercial o este tipo de espacios públicos, entre comillas, de propiedad privada”, indicó a RPP el arquitecto urbanista José García Calderón.
En esa línea, el arquitecto José García explica que Lima y otras ciudades del Perú tienen tan pocas áreas verdes y espacios públicos que las personas se desesperan cuando pueden ir a un nuevo espacio público como la playa.
Asimismo, Mariana Alegre, representante de la organización Ciudades Cómo Vamos sostiene que “en ciudades con poco espacio público, la playa puede hacer la diferencia para tener fines de semanas amenos. Las restricciones absolutas podrían tener un efecto contrario”.
Las playas y la pandemia, ¿qué se podría hacer?
Durante los meses de verano y los días festivos las playas del litoral peruano se llenan de ciudadanos que buscan disfrutar este espacio. Sin embargo, la aglomeración que se causa en algunas de ellas es un gran problema durante tiempos de pandemia donde se recomienda distanciamiento social.
La visión que tienen diversos especialistas es que el gobierno debería tomar otras medidas de seguridad con las playas y no restringirlas en lo absoluto. Por ejemplo, Alegre explica que podrían controlar el aforo y la predictibilidad en la disponibilidad de los espacios de la playa. Además, poner reglas claras para que los grupos demarcados interactúen entre ellos.
También se podría programar los ingresos para controlar el aforo como hacen otras instituciones y lugares, como los museos, por ejemplo. La organización recomienda desarrollar una web o aplicación para gestionar reservas y que sirva también como mecanismo de rastrear posibles contagios.
Desde Ciudades Cómo Vamos dieron propuestas para el uso de playas. Primero, que las medidas deben ser de alcance nacional. Luego, que las playas con más aforo deben tener protocolos diferenciados. Además, identificar qué playas y qué zonas de estas tienen diferentes usos como deporte, recreativo, etc.
En medio de la coyuntura, el decano del Colegio Médico del Perú, Miguel Palacios, comentó en RPP que desde la institución están pidiendo al gobierno cambiar las restricciones. Así, aseguran que las playas, por ser espacios abiertos y ventilados, no son focos de contagio si se controla el aforo. Por eso, piden que las playas se puedan usar con un 40% de su capacidad.
Sin embargo, hasta el cierre de esta nota, el Minsa sostenía que es casi imposible poder controlar el aforo de las playas cuando en verano llegan casi medio millón de personas a la playa de la Costa Verde, en Lima, por poner un ejemplo. Así como es sumamente difícil también poder controlar la forma de actuar de los ciudadanos en las playas.
Necesidad de repensar el “espacio público”
El arquitecto urbanista Pablo Vega Centeno explica que uno de los grandes problemas en el país es que el bienestar y la calidad de vida se piensa dentro de los hogares, dejando de lado lo público y esto no debería ser así. Se debería pensar también en los espacios públicos.
Los diversos especialistas consultados para este informe coinciden con que estos espacios se deben repensar de una manera más igualitaria. Sin importar el distrito, todos deberían estar en buenas condiciones y mejorar su calidad. No debería haber desigualdad en estos.
Las restricciones impuestas en las playas a nivel nacional por la pandemia de la Covid-19 demuestra la urgencia de una nueva forma de usar, pensar y desarrollar los espacios públicos. Así como gestionar estos lugares para que actúen de acuerdo a las necesidades de los ciudadanos y las ciudades en general sean más amigables con las personas.
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