El pueblo de Mórrope está en la margen derecha de la carretera Panamericana Norte que une a Chiclayo con Piura.
Ir a Mórrope (Lambayeque) es ir al encuentro de la historia viva. Recorrer sus calles e ir hacia sus caseríos y centros poblados que pasan de los 100, es ir para saludar a los mochicas vivientes, a la raza prehispánica que a pesar de los siglos, sobrevive a más de 1000 años de su máximo florecimiento.
La sangre Muchik sigue recorriendo venas de miles de lambayecanos, pero es en Mórrope, distrito de la provincia de Lambayeque, donde viven los descendientes directos de la etnia moche y que en su vida cotidiana usan aun costumbres ancestrales e incluso una infraestructura que los primeros españoles convirtieron en capilla, pero que era un santuario mochica.
Mórrope se ha autoproclamado como el último rincón de la cultura Mochica, porque a pesar de los siglos pasados, su raza, costumbres y tradiciones aún perdura y el secreto de ello, se debe a que su población en los últimos años ha estado libre de las invasiones migratorias debido a su ubicación en medio del desierto, y algo separado del resto de la región.
Ahora que pasa la nueva Panamericana Norte, el tránsito hacia Mórrope es más fluido, pero aun así los morropanos se sienten orgullosos de llevar el mismo ADN de las momias halladas en las huacas más ricas del C¿omplejo Arqueológico “Huaca de la Cruz”, ubicado en el extremo noroeste del Santuario Histórico del Bosque de Pómac, donde en 1936 fue encontrado el famoso Tumi de Illimo.
Visite Mórrope, en especial un domingo, y goce de su rica gastronomía, una mixtura de sabores mochicas, español y andino y refrésquese con la rica y sabrosa chicha de jora.
Por: Juan César Cabrejos Becerra
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