El comandante general de Ejército recordó a Andrés Avelino Cáceres, quien fue decisivo en la victoria de la Batalla de Tarapacá.
Debemos entender que los sistemas de defensa no deben degradarse y así lograr mantenerlos en el tiempo, aseguró el comandante general del Ejército Otto Guivobich en Ampliación de Noticias de RPP.
"Se requieren herramientas, las herramientas nuestras son las armas, con las cuales tenemos que entrenarnos, estamos en un proceso de modernización que es un poco lento. Por ello la importancia de entender que los sistemas de defensa no deben degradarse, hacer un esfuerzo por mantenerlos en el tiempo".
"Nosotros estamos tratando de reequipar pero es un proceso lento, la reconstrucción de sistemas de defensa son normalmente lentos, pero seguimos avanzando en ello sin caer en el extremo de una carrera desbocada armamentista", manifestó.
Con respecto a las celebraciones realizadas en conmemoración del aniversario 130 de la Batalla de Tarapacá, el comandante recordó la participación destacada de un líder decisivo en el triunfo peruano.
"Tarapacá, considero que es una de las jornadas de armas peruanas más nítidas, una victoria extraordinaria, de las tropas nuestras sobre el invasor en ese momento. Y Tarapacá es sinónimo de Cáceres, quien fue uno de los líderes más valiosos que tuvimos en esa campaña, él tomó la incitativa ya antes de que se pudiesen estructurar las defensas, él estuvo ya en las alturas y fue gestor de la victoria".
"Cáceres, herido, se recupera y en abril ya estaba en el Valle del Mantaro, reconstruyendo el Ejército casi de la nada y el reconstruye cinco divisiones del ejército y es con esa fuerza junto al pueblo que derrota al invasor", recordó Guivobich.
A manera de celebración con el fin de evocar la memoria del líder militar, se organizó la marcha de una ruta de 225 kilómetros, recorrido que realizó Cáceres buscando retomar la comunión entre el Ejército y la población.
"Iniciamos en Sauri, San francisco, Concepción, Libertad, después a Sicaya, a Pilcomayo, Tambo y finalmente llegamos a la de Constitución de Huancayo", afirmó.
El comandante también destacó la importancia de la relación entre la población y las Fuerzas Armadas, además su papel protagónico en el interior del país.
"Sobre todo en la parte andina donde el Ejército en la década pasada combatió al terrorismo, hay muchísima aceptación. La población cree en el Ejército, cree en sus fuerzas armadas".
"Cuando hay una visión común y todos la entienden y la aceptan por igual, todos marchamos en un mismo sentido. Yo creo que ese es el gran desafío que tenemos en estas épocas, fortalecer al unión entre los peruanos sin diferencias ni de credos, ni posiciones, ni ocupaciones", reflexionó Guivobich.
"Se requieren herramientas, las herramientas nuestras son las armas, con las cuales tenemos que entrenarnos, estamos en un proceso de modernización que es un poco lento. Por ello la importancia de entender que los sistemas de defensa no deben degradarse, hacer un esfuerzo por mantenerlos en el tiempo".
"Nosotros estamos tratando de reequipar pero es un proceso lento, la reconstrucción de sistemas de defensa son normalmente lentos, pero seguimos avanzando en ello sin caer en el extremo de una carrera desbocada armamentista", manifestó.
Con respecto a las celebraciones realizadas en conmemoración del aniversario 130 de la Batalla de Tarapacá, el comandante recordó la participación destacada de un líder decisivo en el triunfo peruano.
"Tarapacá, considero que es una de las jornadas de armas peruanas más nítidas, una victoria extraordinaria, de las tropas nuestras sobre el invasor en ese momento. Y Tarapacá es sinónimo de Cáceres, quien fue uno de los líderes más valiosos que tuvimos en esa campaña, él tomó la incitativa ya antes de que se pudiesen estructurar las defensas, él estuvo ya en las alturas y fue gestor de la victoria".
"Cáceres, herido, se recupera y en abril ya estaba en el Valle del Mantaro, reconstruyendo el Ejército casi de la nada y el reconstruye cinco divisiones del ejército y es con esa fuerza junto al pueblo que derrota al invasor", recordó Guivobich.
A manera de celebración con el fin de evocar la memoria del líder militar, se organizó la marcha de una ruta de 225 kilómetros, recorrido que realizó Cáceres buscando retomar la comunión entre el Ejército y la población.
"Iniciamos en Sauri, San francisco, Concepción, Libertad, después a Sicaya, a Pilcomayo, Tambo y finalmente llegamos a la de Constitución de Huancayo", afirmó.
El comandante también destacó la importancia de la relación entre la población y las Fuerzas Armadas, además su papel protagónico en el interior del país.
"Sobre todo en la parte andina donde el Ejército en la década pasada combatió al terrorismo, hay muchísima aceptación. La población cree en el Ejército, cree en sus fuerzas armadas".
"Cuando hay una visión común y todos la entienden y la aceptan por igual, todos marchamos en un mismo sentido. Yo creo que ese es el gran desafío que tenemos en estas épocas, fortalecer al unión entre los peruanos sin diferencias ni de credos, ni posiciones, ni ocupaciones", reflexionó Guivobich.