En el Perú, el pasado mes de septiembre se ha superado el récord histórico del número de divorcios, con 868 casos. El dato sorprende porque durante el primer año de la pandemia parece haber predominado la tendencia a la conciliación y a la separación patrimonial.
El periodista norteamericano Fareed Zakaria publicó a principios de este año uno de los libros más vendidos sobre la crisis global causada por la COVID-19: “Las diez lecciones de la pandemia”. Sus principales tesis se refieren al papel de la ciencia, los males engendrados por el oscurantismo, la aceleración de la globalización y la necesidad de que el Estado y el sector privado hallen nuevos caminos de armonía y complementación.
Entretanto, el fallecimiento de su madre y un viaje a su India natal lo ha hecho proponer una undécima lección: no podemos cambiar todo, ni la vulnerabilidad del cuerpo, ni la muerte, ni los afectos. Zakaria sostiene que el Occidente aporta el optimismo del cambio y del progreso, mientras que el Oriente aporta la sabiduría para adaptarnos a las determinaciones inmutables de la condición humana. Entre el cambio y lo inmutable, se ubica la importancia universal de la familia y a la vez el aumento global de la cifra de divorcios.
En el Perú, la Superintendencia Nacional de los Registros Públicos ha hecho saber que el pasado mes de septiembre se ha superado el record histórico del número de divorcios, con 868 casos. El dato sorprende porque durante el primer año de la pandemia parece haber predominado la tendencia a la conciliación y a la separación patrimonial. Lo que no sorprende es que haya aumentado también el número de testamentos, que ha pasado de 130,000 el 2020 a casi el doble en lo que va del 2021.
Ahora que las cifras de la pandemia tienden a la baja, es una buena oportunidad para asumir a la vez las enseñanzas del Occidente y del Oriente: los seres humanos tendemos por naturaleza a buscar amor y compañía, lo que garantiza la supervivencia de nuestra especie. Los divorcios suelen ser experiencias difíciles, pero más difícil es vivir sin amor.
Las cosas como son
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