La visita o presencia de las aves puede predecir el tiempo para el poblador del ande.
En el altiplano, el trinar de un gorrión, conocido también como phichitanqa o chulluni, no solo puede ser melodioso para los oídos del poblador que lo considera como el anuncio de la presencia de visita.
En el mundo andino, los abuelos se han encargado de enseñar a sus descendientes de conocer algunas señas y señales que pueden ayudarle a uno a, por ejemplo, pronosticar el tiempo y conocer si el año será productivo o no.
La presencia y los actos de las aves como el liqichitu, phichitanqa, lechuza, cóndor, halcón y otras como el huallata, pueden advertirle a uno muchos acontecimientos.
Eráclides Luza Bedoya, autor del libro Supersticiones de Mi Tierra, asegura que la gente del altiplano se basa en las creencias de las señas y señaleros para conocer si será un bueno año o no.
“Si hay gran cantidad de telaraña en el pasto a las cuatro de la tarde cuando el sol esta por ocultarse se anuncia que habrá heladas y se puede echar la papa para la producción del chuño”, asegura Eráclides Luza Bedoya.
Del ave liqichitu conocido también como perotero, que se caracteriza por tener las plumas de color negro y un pico largo, cuando revolotear y gritar fuerte lek lek durante todo el día es el anuncio de un día lluvioso.
Cuando el liqichitu se acerca a una persona y golpea sus alas, le anuncia que si uno viaja le puede ir mal.
Si sus huevos tienen manchas oscuras se predice la presencia de lluvias, si son de color blanco anuncia la sequía. Si se encuentra excremento de la misma ave en el huevo, la presencia de heladas. Si el ave levanta su cabeza es la señal que hay crías en su nido.
Si en el nido del liqichitu se encuentra encima de un surco es señal de sequía, si está en una parte será un año productivo. Si hay excremento de oveja en el nido, es señal de buena producción de papa.
Si hay piedras en el nido, señal de granizada; si hay metal como clavo en el nido, señal de presencia de descargas eléctricas como rayos.
Con la presencia del ave conocida como la bandurria en la parte baja, es señal de la llegada de la lluvia.
Si las aves, que habitan en las cordilleras, llegan masivamente o con un mínimo de cuatro, es anuncio de que será un año lluvioso, asegura Eráclides Luza Bedoya.
De los sapos y lagartos también se pueden conocer el comportamiento del tiempo. Según Eráclides Luza Bedoya si la espalda de algunos de ellos tiene color oscuro, será un año lluvioso; pero si es de color blanquecino, se predice sequía.
La visita de las aves como la lechuza o choseca sobre las viviendas de la gente anuncia la muerte cercana de un habitante.
Sin embargo, la presencia de golondrina en la pampa predice la presencia de vientos.
Si el halcón se aparece durante al siembra se considera como año productivo. En el mundo andino lo asemejan como si fuera el patrón que visita a sus peones quienes arreglan la tierra.
Para cultivar la papa, en el sector quechua, se mira la planta karigua que tiene flores de color amarillo. Si ésta florecen durante agosto o setiembre, se puede predecir que habrá buena producción de papas.
Por: Paty Condori Huanca
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