La razón es que ´las autoridades locales han sido un poco inoperantes´, manifestó el turista chileno Eduardo Asfura, quien permanece aislado en Machu Picchu.
Los turistas varados desde el domingo pasado por las torrenciales lluvias en el pueblo de Machu Picchu, en las cercanías de la ciudadela inca del mismo nombre, se han organizado para hacer frente al caos y lograr ser evacuados del lugar.
"Ayer (martes) se pudo organizar una comisión de representantes de todos los países como Argentina, Brasil, Chile, de la Unión Europea, Austria y Holanda", dijo hoy el chileno Eduardo Asfura en una entrevista telefónica con Efe desde Machu Picchu.
La razón es que "las autoridades locales han sido un poco inoperantes", dijo el chileno al referirse a la tensa espera que afrontan los turistas para salir del lugar.
Además, se han registrado "algunos disturbios" debido a que aparentemente "muchos ciudadanos de Estados Unidos y de otras nacionalidades estuvieron pagando para que los helicópteros (enviados por el gobierno peruano) los sacaran prioritariamente", señaló.
Según denuncias difundidas por la prensa, algunos operadores turísticos y policías presuntamente habrían pedido hasta 500 dólares para colocar a los turistas en los helicópteros de evacuación, denuncias que han sido negadas hoy por los ministros peruanos de Comercio Exterior y Turismo, Martín Pérez, y de la Mujer y Desarrollo Social, Nídia Vílchez, desde la ciudad del Cuzco.
Para evitar el caos, "se ha establecido un criterio de evacuación" que es la edad, "sin importar la nacionalidad de las personas", según explicó el ministro Pérez en declaraciones a Radio Programas del Perú (RPP).
Pérez enfatizó que además de la edad, se tendrá en cuenta a los turistas que tienen problemas de salud, madres gestantes y familias con niños.
La comisión de los turistas que encabezó ayer el proceso de evacuación "lo está haciendo en vínculo con algunos doctores, quienes ayer dieron consejos para evitar enfermedades y atendieron algunas dolencias", comentó Asfura.
Esta comisión además ha acordado con las autoridades locales que se vigile los precios en Machu Picchu, dado que muchos comerciantes se aprovecharon de la emergencia para elevarlos y tras varios días de estar varados "a muchos turistas se les acabó el dinero".
Los turistas, como Asfura, se reúnen en la plaza para conversar y allí corren muchos rumores como la presunta desaparición de tres turistas uruguayos, información que aún no ha sido confirmada oficialmente.
La situación de los turistas es "diversa", según narró Asfura, quien pernocta en una pequeña habitación de hotel junto a su esposa y otros dos chilenos y una austríaca.
Por las mañanas, las autoridades locales reparten a los turistas un vaso de avena, al medio día arroz con un guiso de verduras y, por la noche, un plato en base de arroz o fideos con salsa, relató el chileno de 36 años.
Para atender algunas posibles enfermedades, muchos turistas han entregado las medicinas que llevaban consigo, acotó Asfura.
El chileno, quien llegó el sábado pasado al pueblo de Machu Picchu después de caminar tres horas desde la hidroeléctrica cercana junto a una mujer holandesa de 70 años, recordó que mientras llamaba por teléfono para tranquilizar a sus familiares en Chile, una "chica argentina" comenzó a llorar desesperadamente.
Y es que algunas personas ya comenzaron a temer lo peor, pero "la situación no es para desesperarse aún", acotó el chileno, consciente de que por su edad y su estado de salud podría ser uno de los últimos en ser evacuados.
El gobierno explicó hoy que la evacuación de los 1.400 turistas que aún permanecen varados en Machu Picchu, a razón de 120 pasajeros por hora en 11 helicópteros, dependerá de que mejoren las condiciones climáticas, pues hoy se han registrado nuevamente fuertes lluvias. EFE
"Ayer (martes) se pudo organizar una comisión de representantes de todos los países como Argentina, Brasil, Chile, de la Unión Europea, Austria y Holanda", dijo hoy el chileno Eduardo Asfura en una entrevista telefónica con Efe desde Machu Picchu.
La razón es que "las autoridades locales han sido un poco inoperantes", dijo el chileno al referirse a la tensa espera que afrontan los turistas para salir del lugar.
Además, se han registrado "algunos disturbios" debido a que aparentemente "muchos ciudadanos de Estados Unidos y de otras nacionalidades estuvieron pagando para que los helicópteros (enviados por el gobierno peruano) los sacaran prioritariamente", señaló.
Según denuncias difundidas por la prensa, algunos operadores turísticos y policías presuntamente habrían pedido hasta 500 dólares para colocar a los turistas en los helicópteros de evacuación, denuncias que han sido negadas hoy por los ministros peruanos de Comercio Exterior y Turismo, Martín Pérez, y de la Mujer y Desarrollo Social, Nídia Vílchez, desde la ciudad del Cuzco.
Para evitar el caos, "se ha establecido un criterio de evacuación" que es la edad, "sin importar la nacionalidad de las personas", según explicó el ministro Pérez en declaraciones a Radio Programas del Perú (RPP).
Pérez enfatizó que además de la edad, se tendrá en cuenta a los turistas que tienen problemas de salud, madres gestantes y familias con niños.
La comisión de los turistas que encabezó ayer el proceso de evacuación "lo está haciendo en vínculo con algunos doctores, quienes ayer dieron consejos para evitar enfermedades y atendieron algunas dolencias", comentó Asfura.
Esta comisión además ha acordado con las autoridades locales que se vigile los precios en Machu Picchu, dado que muchos comerciantes se aprovecharon de la emergencia para elevarlos y tras varios días de estar varados "a muchos turistas se les acabó el dinero".
Los turistas, como Asfura, se reúnen en la plaza para conversar y allí corren muchos rumores como la presunta desaparición de tres turistas uruguayos, información que aún no ha sido confirmada oficialmente.
La situación de los turistas es "diversa", según narró Asfura, quien pernocta en una pequeña habitación de hotel junto a su esposa y otros dos chilenos y una austríaca.
Por las mañanas, las autoridades locales reparten a los turistas un vaso de avena, al medio día arroz con un guiso de verduras y, por la noche, un plato en base de arroz o fideos con salsa, relató el chileno de 36 años.
Para atender algunas posibles enfermedades, muchos turistas han entregado las medicinas que llevaban consigo, acotó Asfura.
El chileno, quien llegó el sábado pasado al pueblo de Machu Picchu después de caminar tres horas desde la hidroeléctrica cercana junto a una mujer holandesa de 70 años, recordó que mientras llamaba por teléfono para tranquilizar a sus familiares en Chile, una "chica argentina" comenzó a llorar desesperadamente.
Y es que algunas personas ya comenzaron a temer lo peor, pero "la situación no es para desesperarse aún", acotó el chileno, consciente de que por su edad y su estado de salud podría ser uno de los últimos en ser evacuados.
El gobierno explicó hoy que la evacuación de los 1.400 turistas que aún permanecen varados en Machu Picchu, a razón de 120 pasajeros por hora en 11 helicópteros, dependerá de que mejoren las condiciones climáticas, pues hoy se han registrado nuevamente fuertes lluvias. EFE
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