Urpi Camacho fue una de las asistentes a la boda que se realizó en el hotel Alhambra de Abancay y que terminó en tragedia. En conversación con RPP Noticias, contó que representantes del hotel pretenden no asumir su responsabilidad.
Urpi Camacho se salvó de milagro. Ella fue uno de los 200 invitados de la boda de Benedicta Palomino y Vladimir Márquez Robles, que se realizó en el hotel Alhambra y cuya pared y techo se desplomaron sobre los invitados. La tragedia dejó 15 muertos.
En conversación con RPP Noticias, Camacho contó que abandonó la fiesta 20 minutos antes del derrumbe. En medio de la noche de Abancay, ella retornó para buscar a sus padres, sus hermanos y sobrinos quienes se habían quedado en la fiesta.
El hotel Alhambra se levanta en las faldas de un cerro. El lado izquierdo del salón de la boda colinda con el cerro que cedió al derrumbe durante la madrugada del domingo. Camacho contó que todas las personas sentadas en las mesas ubicadas a ese extremo de la recepción quedaron atrapadas por la pared y el techo.
“Ellos estaban muy asustados, pensaban que era un temblor. Se sacudió todo y parpadearon las luces. De un momento, todo el muro izquierdo se fue para la gente y se cayó el techo”, dijo que le contaron sus familiares, quienes afortunadamente salieron ilesos.
Camacho dijo que los novios están en shock, especialmente el novio Vladimir Márquez, cuya gran parte de su familia murió en la trágica madrugada del domingo. –“Ayer estuvimos en la casa de los novios. Están en shock total, decaídos. La mayor parte de la familia del novio están muertos. Los padrinos de la boda civil también”, dijo.
La pareja se salvó debido a que, en el momento del derrumbe, ellos estaban bailando en el centro del salón.
Todas las noches llueve en Abancay, lo que habría debilitado el suelo del cerro. Según contó Urpi Camacho, los representantes del hotel Alhambra no querían hacerse responsables del colapso de la pared y justificaban que se trataba de “un desastre natural”. Además, dijo que pudieron conocer que Defensa Civil había advertido al local que no podían hacer eventos durante diciembre y enero por las lluvias.
Trece de los asistentes murieron en el lugar y dos en el hospital Guillermo Díaz de la Vega del Ministerio de Salud. A ese nosocomio también fueron llevados otros 26 heridos, rescatados de entre los escombros. Otros, seis quedaron trasladados en el hospital de Essalud de Abancay.
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