La Policía y el Ejército se preparan para recoger cadáveres. “Cuando la enfermedad transite a fase cuatro, será difícil saber quién o cómo se contagió”, dijo la jefa Salud Ambiental de la DIRESA, Florita Laspitia Sosa.
Con el fin de estar preparados para enfrentar la etapa más grave de la crisis por el nuevo coronavirus, las autoridades de salud coordinaron con la Beneficencia para habilitar un espacio especial para sepultar a los fallecidos, ya sea por separado o en fosa común, según indicó la jefa de Salud Ambiental de la Dirección Regional de Salud (DIRESA) Cusco, Florita Laspitia Sosa.
"Ahora, en la fase tres, podemos identificar la causa real de muerte, pero cuando la enfermedad transite a una fase cuatro, será difícil saber quién o cómo se contagió, de ahí en adelante se tratará a todos los cadáveres como sospechosos ", señaló.
Además, la DIRESA desarrolló una capacitación, a miembros de la Policía y del Ejército, sobre los protocolos para el recojo de los fallecidos ante este posible escenario. Ellos formarán parte de un equipo humanitario para actuar cuando sobrepase la capacidad de los establecimientos de salud.
Según sus proyecciones, de que Cusco entre a la fase cuatro, se prevé que el número de fallecidos por el nuevo coronavirus sea de 15 a 20 por día. Hasta ahora hay cuatro personas fallecidas por la COVID-19 y 407 contagiadas.
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