Pago a la tierra fue dirigido por sacerdotes andinos quienes aseguran que junio es el mes de la sanidad, según la creencia de los ancestros. La actividad se realizó en la plaza mayor de la ciudad y al parque Killa.
Con la bandera de Cusco izada a media asta, por la muerte de personas a consecuencia de la COVID-19 y con un ritual ancestral de sanación, inició el mes jubilar de Cusco.
Las autoridades cusqueñas se desplazaron a la plaza mayor de la ciudad y al parque Killa, ubicado en una zona cercana al parque arqueológico de Sacsayhuaman para cumplir las dos únicas actividades presenciales que se realizaron en la ciudad y cumpliendo con el distanciamiento social.
El Situa es un ritual ancestral de renovación y sanación que se realiza desde el tiempo de los incas. Hoy esta ceremonia se efectuó con la finalidad de renovar la relación hombre-naturaleza y así pedir por la curación de las personas infectadas con la COVID-19.
El alcalde de Cusco, Ricardo Valderrama Fernández, antropólogo de profesión, contó que durante este rito los sacerdotes, encabezados por el Inca, se desplazaban por todo Cusco para limpiarlo y expulsar todas las enfermedades. Los residuos eran arrojados al río Huatanay que a la fecha atraviesa la ciudad.
"Este ritual que hemos hecho es para que este mal (COVID-19) sea expulsado por el tayta Inti, y los Apus tutelares que rodean Cusco y el mundo andino, como hacían nuestros antepasados en el mes de junio", dijo el alcalde.
Durante el ritual las autoridades cusqueñas realizaron además el pago a la Pachamama, al ritmo de melodías andinas, a fin de recibir al tayta Inti o dios Sol para la curación de las personas afectadas con el nuevo coronavirus.
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