El Consorcio de Empresas Turísticas de Urubamba (Consettur) se despide de la ruta a Machu Picchu tras 30 años, pero persiste la incertidumbre sobre el transporte de más de 5 mil turistas diarios a la maravilla del mundo.
El contrato de concesión del Consorcio de Empresas Turísticas de Urubamba (Consettur), que desde 1995 tuvo a su cargo el transporte de turistas en la ruta Hiram Bingham —el único acceso vehicular hacia Machu Picchu—, llega a su fin este 4 de septiembre. Tras casi tres décadas y cuestionadas prórrogas, el gobernador regional de Cusco, Werner Salcedo, aseguró que no habrá ampliación y que el servicio será cubierto por empresas locales bajo un plan de contingencia, mientras continúa la licitación de un nuevo operador.
La salida de Consettur pone fin a una concesión cuestionada desde sus inicios. En 2001, el Indecopi declaró nulo uno de sus contratos, decisión que luego fue confirmada por la Corte Superior y la Corte Suprema. Pese a ello, el consorcio se mantuvo en operación gracias a prórrogas que algunas autoridades calificaron de “indebidas”.
Por su parte el Frente de Defensa del Distrito de Machupicchu advirtió que la futura operadora debe ser 100% del distrito en igualdad y equidad, mientras que en Urubamba la Policía Nacional dispuso el despliegue de efectivos para garantizar el orden y la seguridad ante anuncios de medidas de fuerza acatadas por los pobladores.

¿Qué puede pasar?
El alcalde distrital de Machu Picchu, Elvis La Torre, advirtió que la culminación del contrato de Consettur, empresa encargada del transporte en la ruta Hiram Bingham, deja en incertidumbre el servicio hacia la ciudadela inca. Según dijo, la falta de previsión de las autoridades podría afectar directamente a miles de visitantes diarios que llegan al santuario histórico y derivar en un colapso del servicio.
“No se ha hecho nada en lo absoluto para garantizar que mañana los pasajeros estén transportados de manera correcta. Nuevamente llegamos a un planteamiento caótico, desfasado, descabellado”, afirmó.
Uno de los escenarios posibles es que Consettur continúe de manera transitoria, dado que mantiene boletos vendidos hasta fin de año. “Si mañana la empresa deja de operar por lo menos dos horas, vamos a generar un caos increíble. Imagínense cinco mil turistas varados en Machu Picchu”, alertó La Torre. Sin embargo, el consorcio carece ya de un contrato vigente, lo que genera incertidumbre legal.
El segundo escenario es el ingreso de empresas locales a través de contratos directos temporales, como anunció la Municipalidad Provincial de Urubamba. No obstante, el alcalde cuestionó esa posibilidad al señalar que “un aparato logístico de esa magnitud no se implementa en dos o tres días”, pues requiere personal, mecánicos, seguridad, abastecimiento de combustible y autorización del Osinergmin.
Según La Torre, la solución pasa por un proceso transparente en el que puedan participar empresas locales, regionales o nacionales, pero advirtió que hasta que ello ocurra “necesitamos garantizar que desde mañana se opere con total normalidad, porque no hay otra empresa que pueda asumirlo de inmediato”.

Gremios de turismo
En paralelo, los gremios del sector turismo advierten que, sin un plan claro, el riesgo inmediato es un colapso en el acceso al santuario histórico. En un comunicado, señalaron que la falta de previsión de las autoridades ha creado un “nuevo escenario de incertidumbre y conflicto” que daña la imagen del país a nivel internacional.
En la misiva, los gremios de turismo también critican la "falta de gobernanza y visión estratégica" en la gestión de Machu Picchu, la cual se ha manejado de forma "fragmentada, con decisiones unilaterales y sin articulación interinstitucional". Como solución, exigen la intervención urgente del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) para garantizar la validez de los boletos ya adquiridos, asegurar una capacidad de transporte suficiente para el aforo permitido y, sobre todo, implementar el Plan Maestro de Machu Picchu, que contempla mecanismos de acceso "modernos, sostenibles y transparentes".
Finalmente, el comunicado enfatiza que "Machu Picchu no puede seguir siendo rehén de la improvisación y la falta de una visión compartida". Los representantes del sector privado hacen un llamado a la responsabilidad, señalando que "gestionar con responsabilidad una maravilla del mundo no es una opción, es un deber con el Perú y con las futuras generaciones". El sector privado del turismo reiteró su compromiso con la sostenibilidad y el desarrollo del país, pero insiste en la necesidad de una respuesta coordinada y transparente por parte de las autoridades para evitar una crisis inminente.
Mientras tanto, esta mañana en el distrito de Urubamba pobladores del lugar realizaron una protesta, por lo que la policía dispuso el despliegue de al menos agentes para garantizar el orden y la seguridad de los asistentes al corredor turístico.
