Arqueólogos de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco advirtieron que los huaqueros se apropiaron de objetos asociados a los entierros.
Huaqueros destruyeron seis contextos funerarios del cementerio prehispánico Jerusalén K'uchu, ubicado a las faldas del cerro Llallicunca, en el distrito de Combapata, en la provincia cusqueña de Canchis.
Arqueólogos de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco advirtieron que los huaqueros se apropiaron de objetos asociados a los entierros, que son frecuentes en la cultura andina prehispánica. Los restos óseos fueron encontrados movidos y desarticulados.
Según los especialistas, en este cementerio prehispánico había pequeños ambientes de forma circular, cuya estructura de piedra y barro estaba adosada al abrigo rocoso.
Los arqueólogos estimaron que el último huaqueo en la zona probablemente ocurrió dos semanas antes de la intervención de los especialistas de Cultura Cusco.
Según los directivos de la Comunidad Campesina de Chiara, en cuyas tierras se ubica el cementerio prehispánico, no se pudo identificar al autor o autores de este huaqueo, quedando la investigación en manos de la Policía Nacional.
La Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco dispuso una evaluación integral de este cementerio prehispánico con el objetivo de identificar y registrar las evidencias existentes, puesto que en la parte interna del abrigo rocoso se contabilizaron 15 cráneos humanos y habría otros contextos funerarios que deben ser investigados y conservados.
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