Octubre se vive con fervor en Huánuco. Entre flores, música y plegarias, miles de fieles acompañan al Señor de Burgos, Patrón Jurado de la ciudad y símbolo de fe, identidad y esperanza. La procesión culminará el 2 de noviembre con su retorno a la Catedral.
Durante octubre, las calles de Huánuco se llenan de color, música y fervor popular. Alfombras de flores, cohetes y campanas marcan el paso solemne del Señor de Burgos, mientras miles de fieles acompañan su recorrido con oraciones y cantos. Las actividades incluyen procesiones, misas, novenas y ferias gastronómicas que refuerzan la identidad local. Cada detalle refleja la devoción de un pueblo que encuentra en su Patrón una fuente de esperanza.
Una promesa que nació en el siglo XVI
La devoción al Señor de Burgos tiene raíces profundas. La imagen del Cristo crucificado llegó desde España en el siglo XVI y pronto fue acogida con fe por el pueblo huanuqueño. Desde entonces, su figura ha sido símbolo de consuelo en tiempos de dificultad.
Según la tradición, tras el devastador sismo de 1746, los habitantes de Huánuco prometieron celebrar su festividad cada año. Más de dos siglos después, esa promesa sigue viva y une a generaciones enteras.
Para los huanuqueños y otros devotos, la celebración del Señor de Burgos no es solo una fiesta religiosa, es una herencia que se transmite de padres a hijos.
El recorrido continúa hasta el 2 de noviembre
El Señor de Burgos visitó la Universidad Nacional Hermilio Valdizán y el distrito de Pillco Marca, donde fue recibido con aplausos y cánticos.
Este martes 28 de octubre, desde las 7 de la mañana, la procesión continuará hacia la iglesia Santa de Fátima, y culminará el 2 de noviembre, cuando la imagen retorne triunfalmente a la Catedral de Huánuco, cerrando un mes de intensa fe y tradición.
Durante este mes, todo Huánuco se une en oración, puesto que su fe no se apaga, se renueva con cada paso del Señor de Burgos.