Claudia Herrán decidió darle un valor a los envases de plástico que sus alumnos utilizan y brindarles, a través de ellos, un descuento especial en su mensualidad.
¿Cuántas botellas de agua consumes al día y luego desechas? Y si esas botellas tuviesen un valor monetario, ¿qué harías con ellas? Estas ideas le pasaron por la mente a una profesora de marinera, que tras reflexionar sobre la gran cantidad de residuos sólidos que se genera en la provincia de Trujillo (La Libertad), decidió darle un valor a los envases de plástico que sus alumnos utilizan y brindarles, a través de ellos, un descuento especial en su mensualidad.
Claudia Herrán Urteaga, es comunicadora social y tetracampeona en el Concurso Mundial de Marinera del Club Libertad. Su preocupación por la contaminación ambiental y el cambio climático fueron más allá, y decidió poner en marcha esta iniciativa.
“Normalmente las botellas se consideran basura, pero si les damos un valor monetario, la gente lo empieza a valorar”, señala Claudia, mientras sostiene un envase en las manos.
El valor monetario que la joven profesora le da a cada botella de plástico es de un sol. Es decir, si la mensualidad de uno de sus alumnos es cien soles, y él logra recolectar 10 botellas, tendrá un descuento de 10 soles.
Pero esta novedosa forma de pago ambiental no solo ha involucrado a los alumnos de Claudia, también a los padres de familia que aplaudieron esta iniciativa, que no solo contribuye al medio ambiente sino también a su bolsillo.
“Ahora Marita ya no bota los envases, nos dice que los juntemos. Económicamente beneficia, pero lo que más valoramos es que podemos ayudar para un producto final”, señala Marieti Zavaleta mamá de uno de los alumnos.
Botellas por frazadas
El proyecto de esta campeona de marinera no termina allí. Ella espera recolectar la mayor cantidad de envases para luego destinarlos a diferentes organizaciones que procesan el plástico, como la Asociación Ecológica ‘Quiero Todo Verde’, que apoya iniciativas a favor del medio ambiente y que desde hace dos años convierte botellas de plástico en frazadas para familias de Puno.
“Estamos encantados de apoyar a Claudia en el destino de estas botellas, convirtiéndolas en frazadas para personas que sufren de frio en zona altoandinas”, comentó Djanira Ruiz Cabrera, representante de la asociación ‘Quiero Todo Verde’.
Pero, ¿cómo funciona? Con maquinaria especial las botellas de plástico se deben convertir nuevamente en materia prima, luego se tejen y se confeccionan artículos como frazadas y otros.
Solo para crear una manta, se requiere de 45 botellas de un litro y medio (500 ml), y para una frazada es necesario 700 botellas de entre 475 ml a un litro y medio (500 ml).
Djanira Ruiz Cabrara, representante de la asociación ‘Quiero Todo Verde’ señaló que es necesario recordar que cada trujillano arroja entre 800 y 900 toneladas de basura al mes, y es necesario que proyectos como éste sean incentivados desde los hogares, escuelas e instituciones públicas.
Proyecto piloto
Pero Claudia Herrán no se limita. Espera que este primer paso, al cual ya se sumó el gimnasio donde ella dicta clases a sus alumnos, sea replicado en otras academias, negocios y empresas privadas, pero también públicas.
“Lo que me interesa es que esto sea un modelo piloto para cualquier tipo de negocio. No solo para la marinera. Quisiera que se sumen más personas y que tomen este proyecto como piloto porque sí es posible el cambio”, añadió Claudia.
La tetracampeona de marinera tiene en la actualidad 6 alumnos de competencia, con un nivel alto de marinera, pero nos cuenta que proyecta realizar clases abiertas de baile donde el ingreso sea una botella de plástico.
Hasta el momento la profesora ha juntado 500 de estos envases que serán reutilizados.
Comparte esta noticia