Equipo de arqueólogos no descarta que restos guarden la tumba del Señor Mochica, la cual no ha sido hallada en sitios importantes como Chan Chan y la Huaca del Sol y de la Luna.
Más de una sorpresa se llevó un grupo de arqueólogos de La Libertad al encontrar bajo una gran cantidad de basura, un sitio monumental mochica ubicado solo a seis cuadras de la plaza de armas de Trujillo, en pleno centro de la ciudad.
"Esta es la entrada del edificio que sigue enterrado, hay un muro atrás y al ingresar nos hace pensar que mucha arquitectura enterrada, los muros tienen una altura de 4.5 metros y tiene una estructura escalonada (...). Todo ha estado cubierto de arena y, encima de esta, la basura", señala el director del proyecto de excavación, Feren Castillo Luján.
Entre los principales hallazgos se encuentran muros perimetrales de color ocre y blanco, estructura escalonada y la tumba de un individuo en posición sedente (sentado) con mirada al este y junto a él, tres vasijas de barro.
Castillo Luján indicó que también se halló parte de una ladrillera que abasteció de material para las antiguas construcciones como las iglesias y la caja de aguas en donde ahora es la plazuela El Recreo.
El arqueólogo destacó la importancia de este proyecto y la esperanza de hallar la tumba del Señor mochica de máxima importancia en el territorio y que hasta la fecha no ha sido ubicado en Chan Chan ni en las Huacas de Moche.
Señaló que la infraestructura fue construida con tierra arcillosa húmeda y se espera encontrar frisos similares a los de Chan Chan.
Casas construidas sobre la huaca
Por lo hallado hasta la fecha, el arqueólogo presume que la extensión de la denominada Huaca Panamá se extienda por debajo de las viviendas de esta parte de la urbanización Torres Araujo.
Lamenta que parte de la estructura haya sido empleada por la ladrillera y como cementerio durante la invasión Chimú; sin embargo, destaca la importancia histórica del hallazgo en la región.
El terreno donde realizan las excavaciones comprende un área de 2.836 metros cuadrados. Los trabajos iniciaron hace tres semanas en el lugar que por muchos años fue parte de la chacra Molino de Viento que luego pasó a ser propiedad de don Antonio Torres Araujo, nombre de la actual urbanización.
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