Taxista instala comedor para regalar almuerzos a familias vulnerables de Chiclayo

Ángel Contreras Padilla es un joven taxista de Chiclayo, región Lambayeque, que vive en carne propia la escasez por la cuarentena. Lleva 66 días sin laborar, pero este problema no fue impedimento para poner en marcha su deseo de instalar un comedor popular para repartir almuerzos a las familias más humildes.

Él, junto a cinco de sus amigos, que trabajan de manera independiente, recolectaron víveres y donaciones desde que empezó la cuarentena y ahora con todo lo reunido diariamente entregan 50 almuerzos para familias de la invasión “Las Américas de Chiclayo”.

Además, han repartido un promedio de 300 canastas con víveres a los sectores de Cerropón, La Pradera, Molina Alta y Las Américas. En muchos de estos lugares no llegó el bono y la canasta de víveres que entregó la municipalidad.

“Iniciamos repartiendo víveres, pero como vimos que esto se extendía decidimos implementar este comedor. Hemos comprado víveres para 20 días. Diariamente se benefician 35 familias. Se ha hecho una lista de los más vulnerables. La necesidad es muy grande en la zona, pese a que está a cinco minutos de Chiclayo”, expresó.

El joven contó que los alimentos son preparados siguiendo todos los protocolos de salubridad y el reparto se realiza a partir del mediodía. Para evitar la aglomeración cada familia tiene un horario establecido en el que recoge sus alimentos.

“Las madres nos ayudan en la preparación. Ayer por ejemplo se cocinó adobo de chancho y refresco de maracuyá. Queremos que la gente siga apoyando porque la necesidad allí es muy grande. Nosotros solo ponemos nuestro granito de arena. Quisiéramos que esto se extienda en más zonas”, agregó.

Los jóvenes que apoyan a Ángel saben que esta ayuda temporal se acabará cuando se ponga fin a la emergencia, pero por ahora se llenan de optimismo y voluntad ayudando a las familias afectadas por la pandemia.