Los alumnos del colegio San Carlos del distrito de Monsefú se animan por las historietas, tras una iniciativa de una profesora para motivar la lectura en los escolares.
¿Los chicos no leen? ¿Prefieren los celulares y la televisión? Esos son algunos de los problemas que los profesores enfrentan día a día y a la docente Karen Medina no se le ocurrió mejor idea que la instalación de un quiosco de cómics para que los alumnos de primaria y secundaria del colegio San Carlos, del distrito de Monsefú (Lambayeque), se motiven para la lectura.
La estrategia ha tenido impacto. Cada día, los estudiantes forman largas colas para tomar alguna de las historietas. “Para implementar el quiosco lector, hicimos una encuesta a los alumnos y empezamos a hacer una lista de sus pedidos. La mayoría de ellos coincidió en los cómics y ese es el éxito de este proyecto”, contó la docente.
¿Qué pueden encontrar los cerca de 1800 escolares del San Carlos en ese curioso stand? Obras literarias como: 'Mi Planta Naranja Lima', 'La Odisea', El Quijote, 'La Ilíada', 'La Divina Comedia'. Además de los solicitados cómics de Spiderman, Condorito, Chewbacca o Los Tres Ositos.
Los niños cuentan también con libros de auto superación, diarios con contenido educativo, y libros de historia del Perú.
“Con los cómics, los niños se aficionan por la lectura. Luego ya quieren leer otros cuentos y hasta llegan a interesarse por las obras literarias y otros libros. Ese es nuestro objetivo”, comentó el director del colegio, David Ayasta Vallejo.
El material no solo se ha convertido en una nueva afición para los escolares del nivel primario, sino también para los adolescentes del primer y segundo grado de secundaria, que se prestan los textos para llevarlos a casa: toda una revolución.
“Me gusta leer cómics porque me relaja. Pero también encuentro obras como 'Mi planta de naranja lima', que tiene un altísimo nivel autobibliográfico y me gusta mucho”, comenta el pequeño Leonel.
El director contó que, con el apoyo de la Asociación de Padres de Familia, se logró construir la estructura del quiosco y, con algunas donaciones, se hizo posible implementar este pequeño espacio.
¿Mucho celular en las manos? El quiosco lector es la solución.
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