Elmer Limo Chuye, cumple cadena perpetua y espera que su misiva sea leída por el Sumo Pontífice para que interceda y se revise su caso. Explica que lo sentenciaron injustamente por un crimen que no cometió.
María Dora Chuye Ramírez, de 70 años de edad, es madre de Elmer Limo Chuye (43), interno que fue sentenciado a cadena perpetua y que purga su condena en el penal de Chiclayo (región Lambayeque).
La mujer llegó hasta la sede del Obispado en Chiclayo, para entregarle al obispo Robert Prevost, una carta que fue escrita por su hijo y que está dirigida, nada más y nada menos que al papa Francisco.
“Solo quiero que el obispo haga entrega de esta carta al Sumo Pontífice, para que él pueda ser el mediador y lograr que revisen el caso de mi hijo, quien fue condenado injustamente y ya lleva 14 años en prisión”, señaló con lágrimas en los ojos, a RPP Noticias, la afligida madre.
La misiva. Elmer Limo, en la carta pide al sumo pontífice interceder ante el presidente de la República, Pedro Pablo Kunzynski (PPK) para que nombre una comisión que revise los casos de internos que ya han cumplido más de 10 años en prisión injustamente.
“Pido mi Eminencia que usted intervenga por todas las personas que nos encontramos internas en estos lugares llamadas cárceles…así como yo, hay muchas personas sentenciadas por el criterio de conciencia de jueces a muchos años de cárcel injustamente…Pido a usted de todo corazón que el presidente del Perú, permita que sean revisados todos estos casos y crear una comisión…”, es parte de la misiva firmada por el interno.
La madre del recluso, hizo una invocación al papa Francisco para que lea la carta de su hijo, señalando que tiene mucha esperanza en su labor de buen pastor creyente en perdón genuino.
Aparición. Para concluir la carta, Elmer, relata al santo padre, el milagro del cual su familia fue participe el año 2015, cuando la imagen de la “Virgen de Guadalupe”, apareció en la ventana de la habitación de su sobrina y desde entonces no se ha borrado.
“La virgen santísima continúa allí y nos bendice día a día, la salud de mi hija que tenía una enfermedad incurable ha mejorado. Nosotros somos muestra viva de que los milagros existen”, concluyó María Chuye.
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