El suboficial de la Marina Foster Kevin Amasifuén Panduro, de 27 años, estuvo internado tres días a causa de la brutal golpiza que habría recibió de sus colegas en la misma base naval. Por su parte, la Marina indicó que "se dispuso la apertura del proceso de investigación para determinar responsabilidades".
Un suboficial de la Marina de Guerra del Perú fue víctima de una brutal golpiza por parte de dos de sus colegas de mayor rango, porque se habría negado a aportar dinero para comprar bebidas alcohólicas y cigarros.
Se trata de Foster Kevin Amasifuén Panduro, de 27 años, quien fue agredido dentro de la misma base naval ubicada en la avenida La Marina de Iquitos, en la región Loreto. Según informaron sus familiares, el agraviado estuvo internado tres días en el Hospital Naval de Iquitos, y no podía respirar debido a los golpes.
Dado su estado de salud, ha tenido que ser trasladado a Lima en un vuelo comercial para recibir tratamiento especializado, ya que tiene hematomas en el rostro y fracturas en la nariz y cabeza.
Licor y cigarros en la misma base naval
Luzmila Ribera Soria, abuela de la víctima, indicó en RPP que el suboficial ha presentado complicaciones médicas, ya que tiene fracturas en varias partes del rostro y permanece con medicinas para calmar el dolor.
Además, señaló que los hechos ocurrieron cuando su familiar se encontraba de guardia en la base naval.
“Él estaba de guardia. Dos de ellos estaban también de servicio, [pero] estaban tomando los demás. Él no quiso ceder, darles cigarrillos. Entonces empezaron a 'bolsiquearlo', me dice él, porque me imagino que querían plata, porque estaban tomando los otros", indicó.
"[Tiene afectado] todo, el pómulo, la nariz, está hinchado. Tiene golpes en varias partes del cuerpo", agregó.
Según su relato, tras la golpiza, el agraviado quedó desmayado. No obstante, cuando recuperó el conocimiento, él mismo tuvo que acudir a poner la denuncia en la comisaría local y no habría recibido ayuda de sus colegas.
Los familiares aseguran que fueron dos marinos de mayor rango quienes golpearon brutalmente a su hijo, pero solo uno ha sido denunciado. Se trataría de José Cordero Panduro, de 45 años, mientras que el segundo agresor está pendiente de identificar. Además, la familia pide la intervención de la Defensoría del Pueblo para encontrar justicia.
La Marina dispuso la apertura del proceso de investigación
Tras esta denuncia, la Marina de Guerra del Perú emitió un comunicado en el que indicó que los hechos ocurrieron en el Centro de Esparcimiento para Técnicos y Oficiales de Mar en Iquitos, y que se trató de una "agresión entre dos miembros" de la institución.
"Como consecuencia, uno de los involucrados sufrió lesiones, [y se] dispuso su trasladado a la Clínica Naval de Iquitos para recibir atención médica", acotaron. En ese sentido, anunciaron el inicio de un proceso de investigación para determinar responsabilidades.
"Este hecho fue informado a las autoridades correspondientes y se dispuso la apertura del proceso de investigación para determinar responsabilidades. Asimismo, se ha entregado toda la información pertinente a la Fiscalía y al Tribunal Militar Policial de Iquitos, iniciándose el proceso disciplinario conforme a la Ley del Régimen Disciplinario de las Fuerzas Armadas, garantizando el cumplimiento de la normas y principios que rigen la Institución", señalaron.
"La Marina de Guerra del Perú rechaza cualquier acto que atente contra la dignidad e integridad física del personal; así como, cualquier acción contraria a la ética y disciplina militar. Reafirmamos nuestro compromiso con la justicia y el orden institucional", culminaron.
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