El jefe del Ejército manifestó que se está haciendo como nunca antes con apoyo de la población, pero reconoció que el trabajo es lento.
El comandante general del Ejército peruano, Otto Guibovich, afirmó en entrevista publicada hoy en un medio local que de no enfrenta adecuadamente a Sendero Luminoso éste puede convertirse en unas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Guibovich se refiere a los cambios que están experimentando los remanentes senderistas en la zona cocalera del valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE), donde, gracias al dinero que perciben de su relación con el narcotráfico, cada vez están mejor equipados y con mayor relación con la población de la zona.
"Sendero ha cambiado su relación con la población (...), ya no les quita sus propiedades (...), ahora van a una población y le ponen agua potable, en otra construyen una cancha deportiva o pintan el colegio", explicó el jefe del Ejército peruano.
En el tema de armamento, Guibovich señaló a El Comercio que según informes de 2008 los remanentes de Sendero Luminoso poseen "17 lanza granadas, dos ametralladoras antiaéreas, cuatro de tierra y más de 400 senderistas armados".
"Si no hacemos algo crecerán y cuando nos demos cuenta tendremos unas FARC", agregó el comandante general.
Según Guibovich, el grupo obtiene el dinero necesario para este desarrollo de su relación con el narcotráfico.
"Mantienen una parte ideológica, no tanto como en los años 90, pero viven de la extorsión al narcotráfico", afirmó el militar peruano, quien agregó que, gracias a esto, Sendero "tiene muchísimo dinero".
Ante este crecimiento, Guibovich apuesta por realizar con el Ejército un trabajo de apoyo a la población, que arrebate al grupo armado todo soporte que pueda encontrar entre los campesinos de la zona.
"Se está haciendo como nunca antes, pero el trabajo es lento. No hay infraestructura, agua potable, no hay salud, estamos en ello", explicó el comandante general.
Esta situación también abarca a los militares destacados en el VRAE, ya que el presupuesto con el que cuentan, en palabras de Guibovich, "nunca es suficiente".
"Vamos a construir seis bases antiterroristas, pero no da para más. No es una queja, pero sería bueno mejorar el presupuesto", señaló.
Esta mejora también pasa, según Guibovich, por comprar nuevo equipamiento y armamento para las tropas, un trabajo que se ve ralentizado por la burocracia del Estado.
La semana pasada 14 militares, uno de ellos menor de edad, fueron asesinados durante una emboscada en el VRAE, acto que fue posteriormente reivindicado por el grupo terrorista Sendero Luminoso.EFE
Guibovich se refiere a los cambios que están experimentando los remanentes senderistas en la zona cocalera del valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE), donde, gracias al dinero que perciben de su relación con el narcotráfico, cada vez están mejor equipados y con mayor relación con la población de la zona.
"Sendero ha cambiado su relación con la población (...), ya no les quita sus propiedades (...), ahora van a una población y le ponen agua potable, en otra construyen una cancha deportiva o pintan el colegio", explicó el jefe del Ejército peruano.
En el tema de armamento, Guibovich señaló a El Comercio que según informes de 2008 los remanentes de Sendero Luminoso poseen "17 lanza granadas, dos ametralladoras antiaéreas, cuatro de tierra y más de 400 senderistas armados".
"Si no hacemos algo crecerán y cuando nos demos cuenta tendremos unas FARC", agregó el comandante general.
Según Guibovich, el grupo obtiene el dinero necesario para este desarrollo de su relación con el narcotráfico.
"Mantienen una parte ideológica, no tanto como en los años 90, pero viven de la extorsión al narcotráfico", afirmó el militar peruano, quien agregó que, gracias a esto, Sendero "tiene muchísimo dinero".
Ante este crecimiento, Guibovich apuesta por realizar con el Ejército un trabajo de apoyo a la población, que arrebate al grupo armado todo soporte que pueda encontrar entre los campesinos de la zona.
"Se está haciendo como nunca antes, pero el trabajo es lento. No hay infraestructura, agua potable, no hay salud, estamos en ello", explicó el comandante general.
Esta situación también abarca a los militares destacados en el VRAE, ya que el presupuesto con el que cuentan, en palabras de Guibovich, "nunca es suficiente".
"Vamos a construir seis bases antiterroristas, pero no da para más. No es una queja, pero sería bueno mejorar el presupuesto", señaló.
Esta mejora también pasa, según Guibovich, por comprar nuevo equipamiento y armamento para las tropas, un trabajo que se ve ralentizado por la burocracia del Estado.
La semana pasada 14 militares, uno de ellos menor de edad, fueron asesinados durante una emboscada en el VRAE, acto que fue posteriormente reivindicado por el grupo terrorista Sendero Luminoso.EFE
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