Padres de la patria pasarán a la historia como representantes de uno de los Parlamentos más desprestigiados, karma que arrastra desde hace varios periodos.
El Congreso que se va nos deja el recuerdo de lo que quizá ha sido el más desprestigiado de los últimos tiempos, pues el aprovechamiento de algunos ‘padres de la patria’ genera una amarga sensación, toda vez que en lugar de pensar que la clase política avanzó, se retrocedió y se incrementó la impunidad.
El caso de los parlamentarios que contrataron empleados fantasmas quienes cobraban sin trabajar es uno de los temas más comunes. Denuncias presentadas contra legisladores como Álvaro Gutiérrez, Tula Benites, Yaneth Cajahuanca dan cuenta de ello.
Al primero se le acusó, incluso, dejar de asistir al hemiciclo en varias oportunidades para realizar actividades personales en el extranjero mientras seguía cobrando su sueldo religiosamente.
En igual situación estuvieron Benites, desaforada mientras duran las investigaciones penales en su contra y Cajahuanca, quien llegó a ser suspendida por su partido (Nacionalista).
Del mismo modo, cómo olvidar el paso del congresista José Anaya convertido en una leyenda viviente por considerarse el legislador que puede comer más pollos a la brasa que cualquiera.
Anaya fue sentenciado finalmente a cinco años de pena privativa de la libertad por presentar boletas adulteradas con las que buscó rendir cuentas por gastos operativos entre abril y mayo del 2007 que sobrepasaban los mil soles por consumo de pollo a la brasa.
Al rubro de los “roba algo” pertenecieron los congresistas Rocío Gonzáles, Julio Herrera, Aníbal Huerta y Oswaldo de la Cruz.
Gonzáles negó en todo momento que su empresa Proalim haya robado electricidad aunque llegó a ser condenada a cuatro años de prisión suspendida por hurto agravado.
Aníbal Huerta conocido por la población como ‘roba agua’ se le acusó de haberse aprovechado de un seguro interno de Sedapal para obtener cobertura de agua potable sin pagar por el servicio. Por su parte, De la Cruz se convirtió en el célebre congresista ‘roba cable’ tras reconocer que su empresa ‘pirateaba’ señal de cable de otras compañías.
Así, fueron apareciendo los legisladores ‘plancha camisas’ y ‘lava pies’ cuyo accionar dejaba mucho que desear de ser ciertas las denuncias que recibieron en su contra.
Triste fue el caso de Miro Ruiz quien asesinó de un escopetazo a un inocente perro que –según él- quería comerse a sus loros, ganándose el apodo de ‘mata perro’.
Como ellos, se presentaron muchas otras denuncias como uso indebido de los recursos del Parlamento, favorecimiento a empresas para brindar servicios al Congreso, por no hablar del comportamiento ético de parlamentarios que ven en la política la oportunidad de negocio o aprovechar del margen que les da la ley para abusar del transfuguismo.
Los faltones
Para añadir un dato adicional del presente año, informes sellados por las áreas de Remuneraciones y Administración de Personal dan cuenta que solo en el primer trimestre del 2011 hubo congresistas que sobrepasaron los mil soles de descuentos por inasistencias.
Los reincidentes fueron Ricardo Belmont (1560 soles), José Luna Galvez (1560 soles), José Mallqui Beas (1040 soles) y Miro Ruiz Delgado (1170 soles).
Por su parte, Carlos Raffo Arce obtuvo un descuento de 1196 soles en enero y a Jorge del Castillo se le descontó 1040 soles. Otros recibieron un descuento en sus remuneraciones de 520 soles.
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