El fiscal supremo aseguró que las contribuciones a campañas electorales "parece gravísimo pero realmente no es delito". Además, calificó de "ineficientes" a los fiscales José Domingo Pérez y Rafael Vela.
El fiscal supremo Tomás Gálvez consideró que los aportes en campañas presidenciales hechos por empresas que buscan en un futuro beneficiarse con obras "no es corrupción" ni representa un delito. En ese sentido, cuestionó la investigación que realizan los fiscales del Equipo Especial Lava Jato e insistió en pedir su retiro.
"Una cosa es cuando hablamos coloquialmente para el público y otra cuando se califican los hechos en la ley. Yo hablo conforme a ley. Si me dices en general si es corrupción o inmoral, sí; pero no estamos hablando del delito de ser corrupto", señaló.
En entrevista con TVPerú, Gálvez consideró que el Equipo Especial Lava Jato, que lidera el fiscal Rafael Vela Barba, debía determinar cuáles eran los actos de corrupción cometidos por la constructora brasilera e identificar quiénes eran los funcionarios que recibieron dinero.
“(…) Se hizo otra cosa periférica e investigar el apoyo a las campañas electorales, como se plantea, parece importante, pero eso no es delito, es intrascendente”, indicó en declaraciones a Diálogo Abierto Nacional.
Asimismo, el fiscal supremo dijo que no se trata de un tema de probanza de los presuntos delitos, sino de la tipificación de los mismos. “Lo que se tenía que saber es el origen delictivo, y eso no es así, entonces no se va a poder probar”, destacó.
En ese sentido, Gálvez Villegas aseguró que su pedido de retirar a los fiscales del Equipo Especial Lava Jato, Rafael Vela Barba y José Domingo Pérez, no es reciente e insistió en que ambos promovieron un acuerdo de colaboración eficaz “perjudicial” con Odebrecht, por lo que debían ser removidos de su despacho.
“No es de ahora que este pidiendo el retiro de estos fiscales del caso Odebretch y anexos. Su ineficacia en la investigación era evidente. Hace más de un año dije que Odebretch estaba utilizando al estado peruano para su benéfico, y lo que quería era sanear sus activos para poder llevárselos y buscaba indemnizaciones del Estado”, comentó.
En otro momento, el magistrado supremo también se refirió a su vínculo con César Hinostroza, con quien trabajó durante un año en la Academia Nacional de la Magistratura. “Yo me he comunicado más de 100 veces a la semana y hemos hecho una amistad”, contó.
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