Uno de los espacios en que se juega la lucha contra corrupción es la prensa libre y si algo nos ha enseñado nuestra historia republicana es que todo poder autoritario ha intentado impedir que esta ejerza su crítica.
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El presidente de la República aprovechó su visita a Tacna para reiterar que la prioridad de su gobierno es la lucha contra la corrupción. Martín Vizcarra afirmó que sabía que lanzar su propuesta de referendo para reformar nuestro sistema judicial le iba a atraer represalias de grandes intereses, de carteles de narcotráfico y grupos de crimen organizado que contaban con la impunidad ofrecida por jueces prevaricadores y políticos venales.
Inspirado sin duda por la celebración de la plena reincorporación de Tacna a nuestro territorio después de un largo cautiverio, Vizcarra lanzó una advertencia: “No me van a doblegar. No podrán contra el pueblo del Perú que se ha decidido a luchar contra la corrupción. Y yo estaré en la cabeza de esta lucha, cueste lo que cueste y caiga quien caiga”. Según las encuestas de opinión, la corrupción, en efecto, se ha convertido en la principal preocupación de los ciudadanos porque dificulta el combate contra la delincuencia común, impone costos y humillaciones en la vida cotidiana e impide la reactivación económica.
Prensa libre contra la corrupción
Uno de los espacios en que se juega la lucha contra la corrupción es la prensa. Sin prensa libre no hubiéramos conocido los llamados audios de la vergüenza, ni se hubieran difundido los alcances del llamado caso Lava Jato. Si algo nos ha enseñado nuestra historia republicana es que todo poder autoritario ha intentado impedir la crítica ejercida por la prensa libre a los malos manejos de las autoridades. Por eso es que la llamada Ley Mulder se halla en manos de Jueces constitucionales, que deberán decidir si atenta contra valores fundamentales y si constituye una amenaza contra medios periodísticos que resultaban incómodos al poder.
El caso del general-congresista Edwin Donayre también es emblemático. El ex Comandante General del Ejército, hoy, como el prófugo Benicio Ríos, congresista de APP, ha sido condenado a cinco años y seis meses de cárcel por haber participado en el robo de gasolina que debía servir al traslado de nuestras tropas y la logística de operativos contra el narcoterrorismo. ¿Cómo se defiende Donayre? Atribuyendo su condena a la mala voluntad de periodistas aliados, según él, con la corrupción.
El Consejo de la Prensa Peruana ha lanzado un llamado de alerta contra toda forma de amenaza o maniobra de intimidación a las empresas periodísticas, que pase por el levantamiento del secreto tributario o, peor aún, del secreto de comunicaciones. El ejercicio libre de la prensa requiere la protección de las fuentes y la garantía de la privacidad de la actividad de los periodistas. Aunque la presidenta de la Comisión Lava Jato, Rosa Bartra, niega que haya existido voluntad de amenaza a la prensa, el congresista Víctor Andrés García Belaunde admite que “ha podido existir un borrador o un documento apócrifo" con una nutrida lista de empresas periodísticas.
Hasta en los mejores gobiernos
Lejos del Perú, la renuncia del más popular ministro del gobierno francés pone en evidencia que lobbys de intereses particulares y funcionarios condescendientes existen hasta en los mejores gobiernos. Nicolas Hulot, ministro de la Transición Ecológica, sorprendió anunciando su renuncia en el curso de un programa matutino en una popular estación de radio.
Hulot afirmó que ya estaba cansado de “tragarse mentiras” en materia de emisiones de gas, de energía nuclear y de pesticidas. Lo que desbordó el vaso de la paciencia del carismático ministro fue la presencia no anunciada de un conocido portavoz del lobby de los cazadores en una reunión en la sede de la presidencia. La prensa francesa comenta con ironía: “El Maquiavelo de la ruralidad tumbó al ícono de la ecología francesa”.
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