Las sociedades modernas han organizado la educación formal en escuelas, pero todos participamos con nuestro comportamiento y nuestras palabras en la educación de los niños y los jóvenes. La pandemia nos ha obligado a sacar la educación de las escuelas y traerla de regreso a las familias.
Escucha el canal de podcast de Las cosas como son en RPP Player.
Las cifras oficiales de la pandemia siguen siendo duras en el Perú. El día de ayer se registraron 165 muertes a causa del coronavirus, lo que eleva a más de 5,900 el número oficial de muertos por la infección. Se trata de una enfermedad para la que no hay un tratamiento de eficacia segura ni una vacuna que la neutralice. La única solución es cumplir con tenacidad tres principios sanitarios: distancia social, uso de mascarilla y lavado de manos. Como sabemos desde la obra del naturalista Charles Darwin, las especies que sobreviven son las que logran adaptarse y aquellas cuyos individuos colaboran entre sí. La adquisición del lenguaje es la expresión más universal de nuestra especie: nadie puede aprender a hablar si se halla solo, hace falta que los niños escuchen a los mayores y tiendan naturalmente a imitarlos. Lo que sabemos no lo hemos aprendido por instinto, sino porque los mayores organizan una forma de transmisión del saber adquirido y de las normas de comportamiento que garantizan la armonía de la comunidad. A ese proceso de transmisión le llamamos Educación, la enseñanza que permite que cada persona desarrolle sus capacidades y de esa manera se vuelva plenamente ella misma.
Las sociedades modernas han organizado la educación formal en escuelas, pero todos participamos con nuestro comportamiento y nuestras palabras en la educación de los niños y los jóvenes. La pandemia nos ha obligado a sacar la educación de las escuelas y traerla de regreso a las familias. Para eso contamos con plataformas digitales y con la curiosidad de los niños ante dispositivos y programas que pueden estimular su captación de asociaciones, el ejercicio de su memoria y su gusto natural por el juego. El Grupo RPP asume su parte en la responsabilidad ante la educación en tiempos de pandemia. Lo hace en su programación en todas sus plataformas, así como con su frecuencia radial modulada. Y lo hace también promoviendo Foros como el que se realiza hoy a partir de las 9 de la mañana: El país que educamos, Integración al Bicentenario. El objetivo es promover el diálogo entre el Estado, el sector privado y la academia. Por eso los panelistas son el ministro de Educación, la presidenta de la Asociación Empresarios por la Educación y el director del Instituto de Estudios Peruanos.
La política también debe ser entendida como una tarea educativa. La de confrontar nuestras diferencias de manera racional para buscar juntos las mejores soluciones. Lo vemos a propósito de la pandemia y por eso indignan las constantes fricciones entre sectores y personalidades. El politólogo Eduardo Dargent consagra su columna de El Comercio a la situación de Acción Popular, el partido con mayor representación en el Congreso. Bajo el provocador título de “Enterrando la lampa”, Dargent sostiene que el partido belaundista puede apelar a dos espacios electorales diferentes: “Por un lado el Belaunde I, el progresista, ubicado en el centro crítico. Cuando uno conversaba con Paniagua encontraba eso, un opositor al neoliberalismo, a la vez durísimo con los ¨rojos¨. Por otro, el Belaunde II, más conservador y cercano al modelo económico”. Dargent constata la vigencia del único partido histórico cuyo símbolo no se desprestigió ni se olvidó. “Y eso en el Perú ya es bastante”. Pero advierte que el desempeño de Acción Popular en el Congreso reduce sus posibilidades electorales en el 2021. “La lampa no será atractiva para un votante mesocrático si se vuelve populista y peor si se llena de escándalos de gastos”. No solo el partido que Belaunde fundó, sino todos los partidos deberían tomar ejemplo en la obra del expresidente que hizo suya la divisa de Washington: “La honestidad es siempre la mejor política”.
Las cosas como son
Comparte esta noticia