Diana Ríos, actual líder de la comunidad Alto Tamaya-Saweto, expresó que se sienten amenazados por los taladores ilegales de la zona y exige justicia para los 4 asháninkas asesinados hace dos años.
El asesinato del activista medioambiental Edwin Chota y de otros tres indígenas peruanos que se oponían a la tala ilegal en la comunidad nativa Alto Tamaya-Saweto cumple este jueves dos años sin que la investigación de la Fiscalía concluya e identifique autores del crimen, lamentaron los familiares de las víctimas.
Emboscados. Edwin Chota, Jorge Ríos, Francisco Pinedo y Leoncio Quincisima realizaban una travesía por la selva amazónica cuando presuntamente el 1 de septiembre de 2014 fueron emboscados por un grupo de supuestos madereros ilegales, quienes los atacaron con armas de fuego y objetos contundentes.
No hay avances. Diana Ríos, hija de Jorge Ríos y actual líder de la comunidad Alto Tamaya-Saweto, contó a Efe que los nativos, de etnia ashéninka, se encuentran preocupados porque no ven ningún avance en la investigación y temen que los mismos ataques se vuelvan a repetir ante la persistente presencia de madereros ilegales en la zona.
Nuevas pruebas. Ríos manifestó su deseo de que la fiscal que lleva el caso pueda llegar al lugar donde se produjo el asesinato con el objetivo de que pueda recabar nuevas pruebas que permitan avanzar con la investigación.
Único sospechoso en libertad. La indígena lamentó que por la carencia de pruebas fuera puesto en libertad el único sospechoso del crimen, Eurico Mapez, quien pasó alrededor de año y medio encarcelado de manera preventiva hasta que un juez le impuso hace unos meses un régimen de comparecencias restringidas en el juzgado.
Taladores ilegales. "Estamos en peligro porque los taladores ilegales nos ven como un enemigo. Hay personas extrañas que pasan por nuestro territorio y el puesto de Policía que se encuentra cerca no tiene suficientes medios para controlar el área", comentó Ríos, y también expresó su preocupación por los indicios que muestran que los madereros también colaboran presuntamente con el narcotráfico, que aparentemente cada vez es más creciente en la zona.
Zona aislada. La comunidad nativa Alto Tamaya-Saweto se encuentra en la cuenca alta del río Tamaya, dentro de la región selvática de Ucayali, y abarca alrededor de 80.000 hectáreas de bosque amazónico en la frontera de Perú con Brasil. Se trata de una de las zonas más aisladas y remotas de la Amazonía peruana, a un día de travesía fluvial en deslizador o a cuatro días en bote de Pucallpa, capital de la región Ucayali.
Comparte esta noticia