NIUSGEEK tiene a prueba los JBL Quantum 800, audífonos orientados al gaming que añaden cancelación de ruido y conectividad Bluetooth.
Este 2021 he tenido la oportunidad de probar varios audífonos, y en el terreno “gaming” siempre he encontrado un problema: la poca versatilidad de uso y el peso para jornadas largas de trabajo. Además de las “exuberancias” naturales en diseño, el usar estos equipos por largo tiempo en pandemia no era lo más grato, y a veces tenía que sacrificar calidad de sonido, funciones, comodidad o algún atributo en beneficio de otro. Al probar los JBL Quantum 800, tengo otra perspectiva. Esta es la opinión de NIUSGEEK.
JBL Quantum 800: especificaciones técnicas
JBL | QUANTUM 800 |
PESO | 410 gramos |
DRIVER | 50 mm | Dinámico |
RESPUESTA DE FRECUENCIA | 20 Hz - 40 kHz pasivo | 20 Hz - 20 kHz activo |
IMPEDANCIA | 32 ohms |
CONECTIVIDAD | BT 5 A2DP 1.3, HFP 1.6 | 2,4GHz con dongle | 3.5 mm |
AUTONOMÍA | 1300 mAh | Carga por USB-C a 10W |
MICRÓFONO | Unidireccional acoplado a la bocina izquierda |
CANCELACIÓN DE RUIDO | Sí |
Diseño muy agresivo. Son un paso más allá en términos de “presencia” que los G733 de Logitech. Un acabado glossy sobre las bocinas, cable con acentos naranja, luces RGB, muchos botones en la parte izquierda y cuero sintético relleno de memory foam hacen que el equipo destaque en el segmento. El micrófono no se puede retirar, lo que realmente me parece una desventaja frente a otros equipos, sobre todo porque este modelo incluye Bluetooth y lo ideal sería poder llevarlo con nosotros emparejado al celular. Ya hablaremos de esos detalles de convivencia. Eso sí, no tenemos una funda o bolsita para accesorios, como los cables y el dongle que integra.
Mucho botón. Fue lo que más llamó mi atención, pero entiendo el porqué. Para empezar, tenemos una hilera en la bocina izquierda: botón y LED de cancelación de ruido, mezclador de juego y voz, volumen general y botón MUTE. Más abajo tenemos el puerto USB-C de carga y un ingreso para mini Jack. Todo esto, repito, convive a la mano izquierda junto al micrófono. Todo. A la derecha, tenemos el switch de encendido acompañado de un LED notificador y, más abajo, un botón para el emparejamiento bluetooth. Nada de respuesta táctil a los lados ni gestos. Nada. Hardware puro, y está bien para el “gamer” que requiere control absoluto de cada configuración. Si eres usuario promedio, te van a tomar examen con esto.
RGB. Este headset resalta por su doble sistema RGB de luces que permite modificar el color y brillo en el logo de JBL como en la base circular de la bisagra. Emiten una luz fuerte, pero cuentan con un amplio rango de reproducción de color. Además de estas luces, el micrófono cuenta con una luz roja que se activa cuando lo silenciamos.
La mejor conectividad. Solo bastó añadir Bluetooth a los JBL Quantum 800 para determinar esto. Su inclusión nos permite enlazar un teléfono mientras tenemos el dongle de 2,4GHz y tener dos fuentes simultáneas de audio trabajando sin interrupción al mismo tiempo. Respecto al dongle, JBL no lo hizo tan “plug and play”, sino que le añadió un botón – sí, otro botón – para emparejar el equipo, un pasó más que otros sistemas. Es lo único que me dejó insatisfecho sobre este tema. Por lo demás, podemos emparejarlo de cualquier forma: cable 3.5mm, bluetooth o dongle wifi. Todo en un solo equipo.
Quantum Engine. El soporte para todo está en el software de JBL, una suite que integra todas las opciones de personalización, configuración y actualización del equipo. Detalle adicional: podemos ver en pantalla los dispositivos a los que estamos conectados y el nivel de batería del equipo en porcentaje, un indicador que ayuda a gestionar la autonomía. Desde aquí podemos ajustar el color y efectos del RGB, la ecualización, el sistema de audio y el nivel de retorno del micrófono.
Gadgets
Esta es una prueba de grabación con los JBL Quantum 800
El mejor micrófono en un headset. Sin necesidad de añadir un plugin “Blue”, este JBL Quantum 800 acierta en dos temas: la calidad de audio y la recepción. Por un lado, respeta muy bien las frecuencias graves y no “tira al medio” la voz, sino que la deja neutra y con buen porcentaje de graves. Por otro lado, no hay un “sweet spot” específico como nos tocó ubicar en otros sistemas, pues nos capta hasta los 45% de inclinación del brazo, momento en que se activa el MUTE. Esto, sin embargo, no es tan preciso en ejecución y tiende a generar ruido. Te recomiendo escuchar la muestra de grabación en esta nota.
¿Qué tal suenan? Para música, tenemos una ecualización algo hueca en frecuencias medias, lo usual en modo 7.1, pero tenemos un DTS genial para consumo multimedia, que define bien hasta el 80%, momento en el que comienza a “rajar” el audio. Respecto a juegos, la distancia de elementos sonoros es notable, y podemos potenciar la experiencia con tres configuraciones bajo Quantum Surround: preciso, equilibrado y envolvente. Incluso podemos determinar, por software, el diámetro de nuestra cabeza para hacer más eficiente el traslado del movimiento sonoro. Debo precisar que la cancelación de ruido es un poco sutil, pero sirve. Ya el equipo mantiene un sistema que favorece la reducción pasiva, por lo que tendremos una experiencia realmente aislada. En líneas simples: DTS para la música y trabajo, 7.1 para juegos.
Lo que no me gusta. Para empezar, no tenemos controles de reproducción cuando estamos escuchando música, algo que sí podemos tener en otros equipos. Lo otro tiene que ver con la captación de ruido al tocar los audífonos. De hecho, es un headset que atrae mucho ruido y que genera un bump en el audio cuando lo golpeamos mientras los tenemos puestos. Ojo, no hablo de la cancelación de ruido, sino de los golpes en el headset que terminan trasladándose a nuestro micrófono. Además, no tenemos sensores o un botón para apagar el RGB cuando nos quitemos el equipo. Por último, es muy fácil de que el sonido cruja cuando levantamos el volumen por encima del 80%.
Un consumo moderado. Mientras escribo esta reseña, estoy con el equipo a tope: volumen, RGB, cancelación de ruido y conexión dual. El consumo ha sido de un 12% por hora, pero sus 1300 mAh cargan a 10W, así que tenemos carga completa en dos horas. Ojo, si reducimos la intensidad del RGB, podemos incrementar el rendimiento para música hasta 14 horas, pero además debemos regular la cantidad de volumen y el cancelador de ruido.
¿Vale la pena? Hablamos de un producto que, en su categoría, logra diferenciarse del resto por atributos: cancelación de ruido activa, conexión dual por bluetooth y WiFi al mismo tiempo, DTS, carga por USB-C, un look que podemos modificar de sobrio a llamativo si apagamos – así se parecen muchísimo a los AKG N700 MK II - o prendemos el RGB y un buen puñado de configuraciones desde el software. No es un headset barato, pero es realmente solvente para todo tipo de situaciones. Yo iría por él, sin dudarlo.
Equipo cedido a préstamo por JBL Perú desde el 10 de setiembre hasta la publicación de la reseña. Precio en la web de JBL: 899 soles.
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