El gobierno de Estados Unidos continúa ampliando el veto aplicado a empresas chinas, y parece que el nuevo mercado afectado serían las cámaras de videovigilancia, por los riesgos de seguridad que podrían generar para el país norteamericano.
Parece que el veto a China no termina con Huawei, y el gobierno de Estados Unidos va extendiendo el patrón de búsqueda en rubros con potenciales riesgos de seguridad para el país. Luego de bloquear los negocios de la marca con Google y otras empresas estadounidenses, e incluir la posibilidad de vetar a la compañía de drones DJI en suelo estadounidense, la administración Trump ha detectado una posible vulnerabilidad en las cámaras de video vigilancia.
Entre las marcas consideradas por el gobierno de EE. UU. están Hikvision, Dahua y otras firmas chinas que construyen cámaras de vigilancia. Estas compañías podrían enfrentar un veto a futuro por parte del gobierno, pues las cámaras de Hikvision y Dahua se envían con capacidades de reconocimiento facial que se pueden usar para el espionaje.
Después de que el New York Times informara por primera vez sobre la posible prohibición, las acciones de Hikvision cayeron un 9,6 por ciento. El impulso del presidente chino Xi Jinping para controlar a los 1.400 millones de habitantes del país ha ayudado a Hikvision a convertirse en el líder de la industria en el mercado de la videovigilancia, mientras que Dahua y otras empresas también se han beneficiado significativamente.
Hikvision vende dispositivos que utilizan la inteligencia artificial para realizar el reconocimiento facial a gran escala. Al agregar estas compañías a la “Lista negra”, Estados Unidos corre el riesgo de provocar a China aún más en un momento en que San Francisco ya ha prohibido la tecnología de reconocimiento facial y otras ciudades están considerando medidas similares.
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