Este descubrimiento es un importante paso para conseguir reducir el costo y aumentar la disponibilidad de fuentes de rayos-X ultrarrápidas.
Un grupo de científicos alemanes ha creado un acelerador de partículas de un tamaño "cientos de veces" inferior a los sincrotrones convencionales, según publica hoy la revista "Nature".
Este descubrimiento es un importante paso para conseguir reducir el costo y aumentar la disponibilidad de fuentes de rayos-X ultrarrápidas debido a su creciente importancia en materias como la biología, la nanotecnología y la física.
Las fuentes de rayos-X de alta intensidad como los sincrotrones y los láseres de electrones libres requieren de aceleradores de partículas enormes para producir ráfagas de electrones viajando a una velocidad cercana a la de la luz, de ahí la importancia de reducir su tamaño.
En un sincrotrón, los rayos X son generados por electrones que se mueven casi a la velocidad de la luz cuando describen trayectorias curvas en un enorme cilindro circular, lo que permite la observación de estructuras muy pequeñas, como moléculas por ejemplo.
El mejor ejemplo es el colisionador de protones LHC construido por la Organización Europea de Investigación Nuclear (CERN en sus siglas en inglés) en la frontera suizo-francesa, cerca de Ginebra, que consiste en un túnel subterráneo de 27 kilómetros de largo y cuya puesta en funcionamiento se ha retrasado en varias ocasiones por diferentes fallos.
Estas fuentes de rayos X deben tener cientos de metros de diámetro y su coste supera los 1.000 millones de dólares, por lo que sólo hay cerca de una docena de dispositivos en el mundo.
El profesor Matthias Fuchs, del Instituto de Óptica Cuántica de Max-Planck de Garching (Alemania), y su equipo han reemplazado los aceleradores convencionales por un acelerador de plasma "Wakefield" -una técnica para acelerar partículas cargadas- que utiliza un láser de gran intensidad para generar un haz de electrones.
Al ser mucho más barato y pequeño, según se desprende del estudio, estos láseres deberían ser más accesibles para las universidades e institutos interesados en él.
EFE
Este descubrimiento es un importante paso para conseguir reducir el costo y aumentar la disponibilidad de fuentes de rayos-X ultrarrápidas debido a su creciente importancia en materias como la biología, la nanotecnología y la física.
Las fuentes de rayos-X de alta intensidad como los sincrotrones y los láseres de electrones libres requieren de aceleradores de partículas enormes para producir ráfagas de electrones viajando a una velocidad cercana a la de la luz, de ahí la importancia de reducir su tamaño.
En un sincrotrón, los rayos X son generados por electrones que se mueven casi a la velocidad de la luz cuando describen trayectorias curvas en un enorme cilindro circular, lo que permite la observación de estructuras muy pequeñas, como moléculas por ejemplo.
El mejor ejemplo es el colisionador de protones LHC construido por la Organización Europea de Investigación Nuclear (CERN en sus siglas en inglés) en la frontera suizo-francesa, cerca de Ginebra, que consiste en un túnel subterráneo de 27 kilómetros de largo y cuya puesta en funcionamiento se ha retrasado en varias ocasiones por diferentes fallos.
Estas fuentes de rayos X deben tener cientos de metros de diámetro y su coste supera los 1.000 millones de dólares, por lo que sólo hay cerca de una docena de dispositivos en el mundo.
El profesor Matthias Fuchs, del Instituto de Óptica Cuántica de Max-Planck de Garching (Alemania), y su equipo han reemplazado los aceleradores convencionales por un acelerador de plasma "Wakefield" -una técnica para acelerar partículas cargadas- que utiliza un láser de gran intensidad para generar un haz de electrones.
Al ser mucho más barato y pequeño, según se desprende del estudio, estos láseres deberían ser más accesibles para las universidades e institutos interesados en él.
EFE
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