El estudio examinó los canales de aire generados en edificaciones derruidas para crear un perfil de moléculas que podrían indicar la presencia de víctimas.
Científicos han desarrollado sensores para detectar personas atrapadas en estructuras colapsadas, tras terremotos u otras catástrofes naturales, mediante las moléculas producidas por la respiración, el sudor y la piel, según un estudio publicado hoy por la revista científica Journal of Breath Research.
El estudio, realizado conjuntamente por investigadores de la Universidad de Loughborough (Inglaterra), de Atenas y Babes-Bolyai (Rumania), examinó los canales de aire generados en edificaciones derruidas para crear un perfil de moléculas que podrían indicar la presencia de víctimas.
Los científicos recrearon las condiciones de un edificio de hormigón con cristales colapsado y experimentaron con ocho participantes que ejercían de víctimas durante turnos de seis horas y por un tiempo de cinco días.
Como resultado, los sensores revelaron rápidamente la presencia de dióxido de carbono y amoníaco en los canales de aire formados entre los escombros, y subrayaron su efectividad como potenciales indicadores.
Además, los investigadores hallaron un amplio número de otros componentes orgánicos volátiles como acetona e isopreno.
Según los resultados, cuando los participantes estaban dormidos se registró un descenso en los niveles de amoníaco, algo para lo cual los científicos no han encontrado explicación, y un incremento de los niveles de acetona cuando la ausencia de comida crecía.
Hasta ahora, se sabía que las víctimas atrapadas desprenden metabolitos volátiles a través de los fluidos y respiración, a consecuencia de los mecanismos de alerta del organismo humano.
Sin embargo, estas moléculas liberadas a menudo mostraban complicadas interacciones con los materiales de los que está conformado la edificación, que cambiaban a su vez con las condiciones ambientales de humedad, calor o viento lo que dificultaba sumamente el proceso de detección.
Con esta recreación ambiental completa, que simula un colapso real y la utilización de participantes humanos en el experimento, se buscaba un entendimiento integral y más exhaustivo de los procesos que ocurren en estos lugares para el diseño de dispositivos portátiles más precisos.
EFE
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