No tenemos preocupaciones por razones de seguridad ya que sabemos que el acelerador es perfectamente seguro para operar a la energía prevista, declaró portavoz.
La marcha del gran acelerador de partículas del Laboratorio Europeo de Física Nuclear (CERN), que volvió a encenderse hace doce días, transcurre sin inconvenientes, afirmó hoy el portavoz James Gillies, quien desmintió cualquier problema de seguridad.
"No tenemos preocupaciones por razones de seguridad ya que sabemos que el acelerador es perfectamente seguro para operar a la energía prevista para los próximos dos años", aseguró Gillies en declaraciones a Efe.
"Hemos empezado el ciclo de funcionamiento más largo que haya tenido el LHC", recalcó.
Se espera que el Gran Acelerador de Hadrones (LHC) alcance una energía de 7 TeV (teraelectrovoltios) de aquí a aproximadamente dos semanas y que entonces empiecen las colisiones de protones en un túnel circular de 27 kilómetros enterrado 100 metros bajo tierra.
El actual récord de potencia pertenece al propio LHC, que a finales del año pasado alcanzó los 2,36 TeV, el más alto logrado por cualquier acelerador en el mundo.
Cuando los 7 Tev se hayan alcanzado, el acelerador se mantendrá funcionando a esa potencia entre 18 y 24 meses, "lo que ofrecerá un gran potencial para nuevos descubrimientos", afirmó el portavoz.
Gillies explicó que el apagado del acelerador, que está previsto ocurra después de ese periodo, responde en primer lugar al modo de funcionamiento de todos los aceleradores que el CERN ha construido y que "tradicionalmente han funcionado entre 7 y 8 meses, para luego apagarse entre 4 y 5 meses".
"Apagarlo no implica nada nuevo", aclaró, frente a las versiones de que el motivo de esa pausa serían nuevas preocupaciones por la seguridad.
Para el LHC se decidió "por sentido común" prolongar tanto los periodos de encendido como de apagado (entre 8 y 10 meses).
Ello en vista de que a este sistema le toma un mes completo calentarse (para la revisión técnica) y un lapso similar enfriarse (hasta los -270 grados centígrado que requiere el experimento).
"Esto hace lógico que funcione en un ciclo de dos años en lugar de un año", subrayó Gillies.
En ese sentido, explicó que "el objetivo del (primer) apagado será preparar la máquina para que funcione a su más alta energía", de 14 TeV.
"Sabemos que podemos hacer funcionar ahora y de manera totalmente segura el acelerador a la mitad de la energía para la que está diseñada", precisó.
No obstante, reconoció, los científicos del CERN son conscientes de que existen "problemas con algunas de las conexiones eléctricas", por lo que se harán revisiones generales antes de que el sistema alcance su energía máxima, lo que se prevé ocurrirá en 2013.
"Si queremos hacer funcionar el acelerador sin riesgo de que éste sufra algún daño tenemos que hacer algunas modificaciones", declaró Gillies, para enfatizar enseguida que se quiere evitar cualquier pequeño fallo que afecte a la máquina en sí, puesto que "para las personas no existe ningún riesgo".
El LHC sufrió desperfectos en algunas de sus conexiones en 2008, a pocos días de empezar a funcionar por primera vez, lo que obligó a mantenerlo apagado durante 14 meses y supuso un desembolso de más de 20 millones de euros. EFE
"No tenemos preocupaciones por razones de seguridad ya que sabemos que el acelerador es perfectamente seguro para operar a la energía prevista para los próximos dos años", aseguró Gillies en declaraciones a Efe.
"Hemos empezado el ciclo de funcionamiento más largo que haya tenido el LHC", recalcó.
Se espera que el Gran Acelerador de Hadrones (LHC) alcance una energía de 7 TeV (teraelectrovoltios) de aquí a aproximadamente dos semanas y que entonces empiecen las colisiones de protones en un túnel circular de 27 kilómetros enterrado 100 metros bajo tierra.
El actual récord de potencia pertenece al propio LHC, que a finales del año pasado alcanzó los 2,36 TeV, el más alto logrado por cualquier acelerador en el mundo.
Cuando los 7 Tev se hayan alcanzado, el acelerador se mantendrá funcionando a esa potencia entre 18 y 24 meses, "lo que ofrecerá un gran potencial para nuevos descubrimientos", afirmó el portavoz.
Gillies explicó que el apagado del acelerador, que está previsto ocurra después de ese periodo, responde en primer lugar al modo de funcionamiento de todos los aceleradores que el CERN ha construido y que "tradicionalmente han funcionado entre 7 y 8 meses, para luego apagarse entre 4 y 5 meses".
"Apagarlo no implica nada nuevo", aclaró, frente a las versiones de que el motivo de esa pausa serían nuevas preocupaciones por la seguridad.
Para el LHC se decidió "por sentido común" prolongar tanto los periodos de encendido como de apagado (entre 8 y 10 meses).
Ello en vista de que a este sistema le toma un mes completo calentarse (para la revisión técnica) y un lapso similar enfriarse (hasta los -270 grados centígrado que requiere el experimento).
"Esto hace lógico que funcione en un ciclo de dos años en lugar de un año", subrayó Gillies.
En ese sentido, explicó que "el objetivo del (primer) apagado será preparar la máquina para que funcione a su más alta energía", de 14 TeV.
"Sabemos que podemos hacer funcionar ahora y de manera totalmente segura el acelerador a la mitad de la energía para la que está diseñada", precisó.
No obstante, reconoció, los científicos del CERN son conscientes de que existen "problemas con algunas de las conexiones eléctricas", por lo que se harán revisiones generales antes de que el sistema alcance su energía máxima, lo que se prevé ocurrirá en 2013.
"Si queremos hacer funcionar el acelerador sin riesgo de que éste sufra algún daño tenemos que hacer algunas modificaciones", declaró Gillies, para enfatizar enseguida que se quiere evitar cualquier pequeño fallo que afecte a la máquina en sí, puesto que "para las personas no existe ningún riesgo".
El LHC sufrió desperfectos en algunas de sus conexiones en 2008, a pocos días de empezar a funcionar por primera vez, lo que obligó a mantenerlo apagado durante 14 meses y supuso un desembolso de más de 20 millones de euros. EFE
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