Estos chips son tan pequeños como el tamaño de un grano de arena y buscan imitar el comportamiento de las semillas flotantes.
Investigadores han creado un microchip alado para múltiples investigaciones científicas, especialmente la investigación de la contaminación del aire.
A través de un estudio publicado en Nature, el equipo de científicos de Northwest University consiguió crear a lo que ellos llaman el “dispositivo volador más pequeño del mundo”.
El microchip volador
El minúsculo chip, del tamaño de un grano arena, está inspirado en las semillas y, como tal, será transportado por el viento.
Las semillas arrastradas por el viento tienden a usar una de cuatro estrategias diferentes: helicópteros, revoloteadores (o hilanderos), planeadores y paracaidistas. Las primeras fueron las elegidas.
"Creemos que hemos vencido a la biología... hemos podido construir estructuras que caen en una trayectoria más estable a velocidades terminales más lentas que las semillas equivalentes", dijo el profesor principal John A. Rogers a Engadget.
Lo que se espera es que estos chips sean efectivos para transportar componentes electrónicos, sensores y fuentes de alimentación. El equipo probó varias versiones que podían transportar cargas útiles como una antena para que pudieran comunicarse de forma inalámbrica con un teléfono inteligente o entre sí. Otros sensores podrían monitorear cosas como la acidez del aire, la calidad del agua y la radiación solar.
Asimismo, dejarlos caer desde aviones o edificios altos podría permitir formas únicas de monitorear el medio ambiente, como la contaminación, los derrames tóxicos y la propagación de enfermedades.
“Esta investigación proporciona una comprensión fundamental de estos sistemas de ingeniería y plantea algunas preguntas que se abordarán en estudios futuros”, escribió E. Farrell Helbling, ingeniero eléctrico e informático de la Universidad de Ithaca que no participó en el estudio.
"No pensamos en estos dispositivos como componentes de monitoreo permanente, sino más bien como componentes temporales que abordan una necesidad particular que tiene una duración de tiempo finita", dijo Rogers. “Esa es la forma en que estamos imaginando las cosas actualmente: monitoreas durante un mes y luego los dispositivos se apagan, se disuelven y desaparecen, y tal vez tengas que volver a implementarlos”.
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