En medio de la revolución tecnológica, Irlanda nombra a una ministra de IA que deberá aprender sobre la marcha.
La designación de Niamh Smyth como nueva ministra junior de Estado en el Departamento de Empresa, Comercio y Empleo de Irlanda, con responsabilidad especial en promoción comercial, inteligencia artificial y transformación digital, ha generado un debate sobre las competencias necesarias para regular las tecnologías emergentes.
La funcionaria admitió públicamente no haber utilizado nunca ChatGPT ni tener instalada la popular aplicación china DeepSeek, herramientas de inteligencia artificial que ya son parte de la vida cotidiana de cientos de millones de personas en el mundo occidental.
"Es toda una nueva curva de aprendizaje, pero aprenderé rápido y me dedicaré al nuevo rol", declaró Smyth, quien anteriormente recibió elogios por su gestión como presidenta del comité de medios del Oireachtas, donde lideró investigaciones que revelaron irregularidades en RTÉ, la empresa de radiodifusión pública de Irlanda, durante el último año.
El nombramiento llega en un momento crítico para Irlanda, cuando la inteligencia artificial plantea desafíos significativos en diversos ámbitos, desde la educación hasta el empleo.
Smyth reconoció estar consciente de la creciente preocupación por el uso de IA en las tareas escolares, llegando incluso a bromear sobre la esperanza de que su hija de ocho años no esté utilizando estas herramientas para hacer sus tareas.
La nueva ministra ya ha iniciado reuniones con el secretario general del departamento para discutir su nuevo papel, enfocándose en el apoyo a empresas y la educación sobre los beneficios de la IA para crear eficiencias y desmitificar su uso, indicó el Irish Independent.
El contexto de su designación es particularmente relevante considerando los recientes acontecimientos en el panorama de la IA. La tecnología ha demostrado capacidades sorprendentes, desde ganar premios de fotografía hasta crear canciones virales con voces falsificadas de artistas reales. Además, la preocupación por la influencia de la IA en la política irlandesa se manifestó en críticas de especialistas, que insinuaron que el Programa de Gobierno podría haber sido asistido por la IA debido a su redacción "vaga y aspiracional".
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