Un grupo de científicos concluyó en que la cantidad no registrada de la luz emitida por el hidrógeno de los cuerpos celestes es poca en galaxias distantes.
Un grupo internacional de científicos advirtió que los sondeos tradicionales no detectan el 90% de las galaxias lejanas, tras una investigación en la que ha colaborado el CSIC español y cuyos resultados han sido publicados en el último número de la revista Nature.
Estos sondeos a los que se refiere la investigación se realizan en las regiones más distantes del Universo con respecto a La Tierra, y se basan en la detección de la luz emitida por galaxias lejanas hace mucho tiempo, incluso hace miles de millones de años.
El investigador del Observatorio de Ginebra (Suiza) y autor principal del trabajo Matthew Hayes ha explicado que "los astrónomos siempre han sabido que les faltaba una fracción de las galaxias en los sondeos, pero ahora, por primera vez, tenemos una medida concreta, y la cantidad que se estaba perdiendo es enorme".
La conclusión a la que han llegado los científicos con este nuevo trabajo es que la cantidad no registrada de la luz emitida por el hidrógeno de los cuerpos celestes, conocida como línea Lyman-alfa, llega al 90 por ciento del total de galaxias distantes.
Para lograr estos resultados, el equipo de científicos ha medido la luz Lyman-alfa siguiendo la metodología tradicional, pero explorando también la misma área del espacio en busca de luz emitida en una longitud de onda diferente, que también es debida al hidrógeno y que se conoce como línea H-alfa.
Concretamente, el equipo buscó galaxias cuya luz hubiera estado viajando durante diez mil millones de años en el campo GOODS-Sur, un área bien estudiada del cielo, y encontró algunas de las galaxias más tenues que se conocen hasta ahora.
En la investigación participó el investigador José Miguel Mas Hesse, del Centro de Astrobiología, perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y al Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial.
"Ahora que sabemos cuánta luz hemos pasado por alto, podemos empezar a crear modelos del cosmos más precisos y entender mejor el ritmo con que se formaron las estrellas en las diferentes épocas de la vida del Universo", ha indicado Mas.
Las observaciones se realizaron en Chile, con dos de los cuatro telescopios gigantes que conforman el Very Large Telescope (VLT) del Observatorio Europeo Austral, la principal organización astronómica intergubernamental europea.
-EFE-
Estos sondeos a los que se refiere la investigación se realizan en las regiones más distantes del Universo con respecto a La Tierra, y se basan en la detección de la luz emitida por galaxias lejanas hace mucho tiempo, incluso hace miles de millones de años.
El investigador del Observatorio de Ginebra (Suiza) y autor principal del trabajo Matthew Hayes ha explicado que "los astrónomos siempre han sabido que les faltaba una fracción de las galaxias en los sondeos, pero ahora, por primera vez, tenemos una medida concreta, y la cantidad que se estaba perdiendo es enorme".
La conclusión a la que han llegado los científicos con este nuevo trabajo es que la cantidad no registrada de la luz emitida por el hidrógeno de los cuerpos celestes, conocida como línea Lyman-alfa, llega al 90 por ciento del total de galaxias distantes.
Para lograr estos resultados, el equipo de científicos ha medido la luz Lyman-alfa siguiendo la metodología tradicional, pero explorando también la misma área del espacio en busca de luz emitida en una longitud de onda diferente, que también es debida al hidrógeno y que se conoce como línea H-alfa.
Concretamente, el equipo buscó galaxias cuya luz hubiera estado viajando durante diez mil millones de años en el campo GOODS-Sur, un área bien estudiada del cielo, y encontró algunas de las galaxias más tenues que se conocen hasta ahora.
En la investigación participó el investigador José Miguel Mas Hesse, del Centro de Astrobiología, perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y al Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial.
"Ahora que sabemos cuánta luz hemos pasado por alto, podemos empezar a crear modelos del cosmos más precisos y entender mejor el ritmo con que se formaron las estrellas en las diferentes épocas de la vida del Universo", ha indicado Mas.
Las observaciones se realizaron en Chile, con dos de los cuatro telescopios gigantes que conforman el Very Large Telescope (VLT) del Observatorio Europeo Austral, la principal organización astronómica intergubernamental europea.
-EFE-
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