La capa de hielo de más de un año es ahora unos 30 centímetros más gruesa que en 2012, lo que se considera como un síntoma de buena salud del océano Ártico.
El volumen de hielo del océano Ártico aumentó "significativamente" este otoño, ya que se registró un incremento del 50 % respecto al mismo periodo del año anterior, informó hoy la Agencia Espacial Europea (ESA).
Según uno de los autores del estudio, Andrew Shepherd, se trata de una buena noticia pero no indica un cambio de tendencia a largo plazo, ya que los 9.000 kilómetros cúbicos de hielo de este año siguen lejos de los 20.000 kilómetros cúbicos que se estima que había a principios de la década de 1980.
El deshielo del océano Ártico desde el año 2000 es una de las consecuencias del cambio climático, aunque también influye la termodinámica ya que, al haber menos hielo, el mar retiene cada vez más calor en verano, lo que dificulta a su vez la congelación en invierno.
Según los datos de la ESA, alrededor del 90 % del aumento del volumen de este año se debe al incremento de la cantidad de hielo que ha aguantado más de un verano sin derretirse y sólo un 10 % es gracias a la formación de nuevas capas heladas.
"No esperábamos que el aumento de la superficie de hielo que ha resistido al verano se reflejara en el volumen, pero así ha sido", dijo la responsable del estudio, Rachel Tilling.
La capa de hielo de más de un año es ahora unos 30 centímetros más gruesa que en 2012, lo que se considera como un síntoma de buena salud del océano Ártico.
La ESA ha efectuado estas mediciones gracias al satélite CryoSat, que se lanzó en 2010, y que, pese a haber sufrido algunos problemas técnicos el pasado octubre, ha permitido saber con exactitud el volumen y el grosor del hielo del Ártico.
EFE
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