Luego de arrestar a dos sospechosos de las protestas en Hong Kong, la policía intentó averiguar sus conversaciones privadas mediante el hackeo de sus equipos.
A mediados del 2019, Joshua Wong y Agnes Chow, dos activistas de Hong Kong, fueron detenidos por la policía del lugar tras protestas. Desde esa detención, los oficiales iniciaron las investigaciones de su red de amigos mediante sus conversaciones e intentaron acceder a ellas a través de sus teléfonos, un iPhone y un Google Pixel. ¿Pudieron?
El medio Quartz da detalles de estos casos. Ambas personas acusadas de participar e incitar las protestas masivas contra la ley de extradición sufrieron la confiscación de sus móviles y el departamento de tecnología de la autoridad de Hong Kong, altamente capacitados, pudieron acceder al iPhone de Joshua, pero nunca lograron acceder al Google Pïxel de su compañero Agnes.
Conocidos son los casos en el que Apple ha negado brindar información confidencial sobre sus usuarios por su política de seguridad, pese a que puedan estar incurriendo en delitos mayores, por lo que empresas empezaron a trabajar en el desbloqueo de móviles iOS.
Según el secretario de seguridad de Hong Kong, el teléfono de Wong era solo uno de los casi 4.000 dispositivos pertenecientes a detenidos y sospechosos que la policía atacó entre junio y noviembre del año pasado. Mediante apps como Telegram o hasta Tinder, la autoridad piensa que los “revoltosos” acuerdan sus protestas en la ciudad.
Al parecer, por el momento, un Google Pixel, con una tasa de comercialización muy inferior al de los iPhone, es más seguro en el caso de que otra persona quiera acceder a ella.
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