La pandemia de la COVID-19 no pudo evitar que cumpla su sueño. Un permiso especial le permitió visitar la ciudadela.
Un ciudadano japonés se convirtió en el primer turista en visitar Machu Picchu luego de la cuarentena decretada por la pandemia de la COVID-19.
Jesse Takayama llegó al Perú con el sueño de conocer Machu Picchu, pero se quedó varado en Machu Picchu Pueblo, conocido como Aguas Calientes con la declaratoria de la cuarentena. Su boleto era para el 16 de marzo, un día después de que se tomaron medidas fuertes contra el virus.
A diferencia de otros turistas que regresaron a sus países en vuelos humanitarios, Takayama decidió quedarse en Aguas Calientes a la espera de que reabra la maravilla del mundo.
Durante siete meses, el joven rentó una habitación, exploró áreas menos conocidas y también compartió sus conocimientos en boxeo con niños de la zona.
El caso de Jesse, quien ya veía insostenible económicamente quedarse mucho más a la espera de la reapertura oficial de Machu Picchu, llegó a las autoridades.
El ministro de Cultura, Alejandro Neyra, le concedió un permiso especial para visitar la ciudadela con el jefe de parque, José Bastante. Con este, pudo ser el primer turista en visitar Machu Picchu tras la declaratoria de la cuarentena.
Jesse Takayama se ha convertido en Embajador de Machu Picchu, el segundo ciudadano japonés luego de la princesa Mako.
El joven japonés pronto regresará a su país, pero se ha llevado la mejor de las impresiones pese a las duras circunstancias. “Toda la gente de Perú es demasiado amable. Muchas gracias”, indicó en un post de Instagram.
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