Moscú avanza en el desarrollo de su primera consola de videojuegos con tecnología 100% nacional, aunque admite que no podrá igualar a las líderes del mercado.
Rusia ha dado los primeros pasos en el desarrollo de su primera consola de videojuegos nacional, un proyecto que surge como respuesta a las sanciones internacionales y busca fortalecer la industria tecnológica local. Según reveló Anton Gorelkin, vicepresidente del Comité de Política Informativa de la Duma Estatal, el dispositivo utilizará el procesador Elbrus y otros componentes electrónicos de fabricación rusa.
El proyecto, que surge por instrucción directa del presidente Vladimir Putin a inicios de 2024, contempla dos propuestas distintas. La primera es una consola tradicional que operará con un sistema operativo doméstico, aunque aún está pendiente decidir entre Aurora o Alt Linux. La Fundación Skolkovo ha sido designada para desarrollar el modelo de negocio y las ventajas competitivas del dispositivo.
Sin embargo, las autoridades rusas han reconocido abiertamente las limitaciones técnicas del proyecto. El procesador Elbrus, desarrollado por el Centro de Tecnologías SPARC de Moscú, no puede competir en rendimiento con los chips que impulsan la PlayStation 5 o Xbox Series. Ante esta realidad, Gorelkin ha enfatizado que buscarán soluciones "no convencionales" para diferenciarse.
“Espero que mis colegas asuman esta tarea con plena responsabilidad y presenten algo realmente rompedor. Al fin y al cabo, es obvio para todos: Los procesadores Elbrus aún no están en la fase de desarrollo necesaria para competir en igualdad de condiciones con PS5 y Xbox, lo que significa que la solución debe ser no estándar”, indicó Gorelkin en su cuenta de Telegram.
La otra propuesta rusa
La segunda propuesta viene de la empresa de telecomunicaciones MTS, que trabaja en una consola económica de aproximadamente 45 dólares orientada al gaming en la nube. Este dispositivo utilizará la plataforma Fog Play, un servicio que permite a usuarios con computadoras potentes "alquilar" su capacidad de procesamiento a otros jugadores.
El objetivo principal de estas iniciativas no es competir directamente con las consolas de última generación, sino crear una plataforma que promueva y popularice los productos de videojuegos rusos, expandiendo su audiencia más allá del gaming en PC y móviles. Este movimiento se enmarca en una estrategia más amplia del gobierno ruso para desarrollar alternativas tecnológicas nacionales en respuesta a las sanciones internacionales.
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