La sétima temporada empieza con una triste noticia, la muerte de la hija de Charito justo en el momento en que era más feliz que nunca. Nicolás sobrevive al choque.
Luego del accidente que sufren Grace y Nicolás cuando viajaban a Paracas y tras ser rescatados de entre los fierros retorcidos del vehículo que los trasladaba, junto con el chofer son llevados a una posta pero los jóvenes son ingresados como no identificados. El chofer solo le alcanza decir a la policía que los recogió de Las Lomas pero que no sabe cómo se llaman.
Manolo está en la redacción de “El Sabueso” cuando le toca la comisión de cubrir un accidente en la carretera. Llega y se encuentra con la billetera de Nicolás y entonces se da cuenta que los accidentados no identificados son el nieto de Francesca y Grace. Llega a la posta en busca de los muchachos y busca al médico.
“Es muy poco lo que podemos hacer acá”, le dice el galeno. Manolo entra en pánico y llama a Peter para enterarlo de lo ocurrido. El mayordomo de los Maldini va en busca de Francesca. “¡Madam, ha ocurrido una desgracia!”, le dice a la asombrada señora Maldini.
Peter comunica a Pepe y Lucho lo ocurrido y poco después Charo se entera del accidente. Joel y Fernanda que estaban por iniciar su luna de miel deben dejar todo y viajar inmediatamente a Lima. Grace y Nicolás son trasladados a la capital y toda la familia espera ansiosa el desenlace de los acontecimientos.
“¿Por qué le tuvo que pasar esto a Grace y Nicolás?”, se pregunta angustiada Teresa. “Ellos son jóvenes, van a salir de esta”, le responde Peter. Pero lo real es que todos están totalmente preocupados. Aparece el médico y ante toda la familia reunida solo atina a mover la cabeza. Todos empiezan a llorar.
Peter es el encargado de darle la noticia de la muerte de Grace a Nicolás quien llora y grita desesperado ya que prácticamente no se puede mover de la cama.
Es el momento de llevar a Grace al cementerio y Charo quiere quedarse un momento más en el cuarto de hija pero al quedarse sola da rienda suelta a su dolor y llora desesperada la muerte inesperada de Grace.
Ya en el cementerio todo es dolor y lágrimas. Y cuando ya se disponer a sepultar los restos de Grace llega Nicolás con la cara llena de heridas y la cabeza vendada. “¿Qué voy a hacer sin Grace, Peter?”, le pregunta. “El tiempo se encargará”, es la respuesta del mayordomo.
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