Una prueba de misil realizada por la armada británica desde un submarino frente a las costas de Florida estuvo a punto de desencadenar una crisis diplomática que habría tenido consecuencias fatales.
Una prueba de misil realizada por la armada británica desde un submarino frente a las costas de Florida, en Estados Unidos, estuvo a punto de desencadenar una crisis diplomática. Durante el lanzamiento, el misil Trident II D5, disparado desde el submarino británico The Vengeance, siguió una trayectoria errónea, dirigiéndose peligrosamente hacia territorio estadounidense en lugar de su objetivo previsto en el Océano Atlántico, cerca de África.
Misil nuclear
El lanzamiento tenía como objetivo evaluar la eficiencia del sistema de armas estratégicas y la capacidad de la tripulación en condiciones operativas. Sin embargo, el misil, que tiene la capacidad de llevar ojivas nucleares, sufrió un problema de funcionamiento en vuelo, desviándose hacia la costa este de Estados Unidos. La situación se tornó crítica y el proyectil fue destruido tras detectar la trayectoria fallida, evitando por poco un incidente de mayores proporciones.
Crédito video: YouTube | Nuclear Vault
El hecho de que un misil nuclear se desviara hacia el territorio estadounidense causó una considerable preocupación sobre la seguridad de estas armas. La armada británica, que había repotenciado el The Vengeance con nuevos equipos misilísticos y una actualización en su sistema de computadoras, aseguró que la prueba pretendía ser una demostración de la capacidad operativa de su sistema de misiles Trident.
Sin embargo, el error subrayó los riesgos inherentes en la manipulación de armas nucleares. Kate Hudson, secretaria general de la Campaña para el Desarme Nuclear, declaró que estos sistemas "no son 100% seguros" y advirtió sobre los posibles desastres que podrían derivarse de tales incidentes.
Uno de los más fiables
Pese al incidente, el sistema de armas Trident II D5 sigue siendo considerado uno de los más fiables, con un historial de 161 lanzamientos de prueba exitosos. Cada misil, con un costo de 38 millones de dólares y un alcance de 7,500 millas, puede portar hasta 14 cabezas nucleares. Sin embargo, este error demostró que incluso las tecnologías más avanzadas pueden fallar, subrayando la importancia de la seguridad y precisión en el manejo de armas de destrucción masiva.
Si bien el incidente puso de manifiesto los delicados equilibrios de la diplomacia internacional y los riesgos de los ensayos militares, expertos coinciden en que este hecho podría haber desencadenado una guerra sin precedentes. La desviación del misil Trident hacia suelo estadounidense, aunque corregida a tiempo, sirvió como un recordatorio inquietante de los peligros asociados con las pruebas de armas nucleares, y la necesidad de estrictos controles para evitar potenciales catástrofes.
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