La gestión para los residuos peligrosos del incendio en Los Ángeles preocupa a las personas que viven en esta comunidad hispana de California.
La comunidad hispana de Azusa, California, se encuentra alarmada y preocupada por la situación que vive actualmente en su localidad, ya que los desechos tóxicos generados por el incendio Eaton, ocurrido en el condado de Los Ángeles, están siendo vertidos en el parque Lario, un espacio verde situado a poca distancia de sus viviendas. Esta acción ha desatado una gran indignación entre los residentes, quienes temen por la salud y seguridad de sus familias, dado que los residuos pueden contaminar el aire.
Según varios testimonios de los habitantes de la zona, el vertido de estos desechos se ha realizado sin la debida información ni consulta previa a la comunidad, lo que ha generado desconfianza en las autoridades responsables. La situación se agrava aún más por el hecho de que el parque Lario es un lugar de recreación popular, especialmente para los niños y las familias que buscan un entorno saludable para disfrutar.
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Residentes de Azusa exigen apoyo de ambientalistas
Ante este escenario, las autoridades locales han expresado su preocupación y advertido que no descartan tomar medidas legales contra la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés), ya que consideran que la disposición de estos residuos no se ha gestionado de acuerdo con los estándares de seguridad y protección ambiental.
A pesar de las explicaciones proporcionadas por algunas autoridades sobre la necesidad de limpiar los escombros del incendio, los residentes exigen acciones inmediatas para garantizar la salud pública y que se revise la forma en que se están manejando los desechos generados por el siniestro.
El temor en la comunidad se ha intensificado debido a la falta de información clara y detallada sobre los procedimientos seguidos durante el vertido de los desechos, lo que ha generado desconfianza en la gestión del problema.
Los residentes, particularmente aquellos con niños pequeños, han manifestado su preocupación por los posibles efectos a largo plazo en la salud, como problemas respiratorios o enfermedades derivadas de la exposición a sustancias tóxicas.
Además, la ubicación del vertido, en un parque de recreación popular, ha creado una sensación de vulnerabilidad entre los habitantes, quienes, hasta ahora, solo esperaban que el lugar fuera un refugio seguro y saludable para sus familias.
En este contexto, las organizaciones ambientalistas han mostrado su apoyo a la comunidad de Azusa, exigiendo una investigación exhaustiva sobre el impacto que este vertido podría tener en el ecosistema local y en los habitantes de la zona. Especialmente preocupante es el riesgo de contaminación del agua y la posible afectación a la flora y fauna que habitan cerca del parque.
La respuesta de las autoridades será clave para restaurar la confianza de la comunidad, y es probable que determine el futuro de la relación entre los residentes de Azusa y las agencias gubernamentales responsables del medio ambiente.
Video: Youtube | Univision Noticias
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