Las nuevas cifras del DHS sobre operativos en Los Ángeles revelan un giro inesperado en la frontera. ¿Qué cambió y por qué es tan impactante?
En Estados Unidos, las políticas migratorias siguen marcando el pulso de muchas decisiones que afectan directamente la vida de miles de personas. Y en medio de ese panorama cambiante, las autoridades federales han puesto el foco en algunas de las ciudades más representativas del país para implementar nuevas estrategias. Una de ellas es Los Ángeles, donde se vienen desarrollando acciones que buscan reforzar el control en la frontera sur y enviar un mensaje claro a quienes intentan ingresar sin autorización.
Estas medidas no solo han captado la atención de los medios y la opinión pública, sino que también generaron una serie de reacciones en cadena a lo largo del país. Con el respaldo del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), la operación migratoria en California busca dejar claro que el actual enfoque migratorio es firme, directo y está decidido a mostrar resultados. ¿Qué ha pasado desde entonces y cómo ha cambiado el panorama? Aquí te contamos todos lo que debes saber al respecto.
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DHS reveló los resultados de sus operaciones en Los Ángeles
Los esfuerzos del gobierno de Estados Unidos para reforzar la seguridad fronteriza han dado un giro notable en las últimas semanas. En un nuevo comunicado, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) informó que los operativos migratorios llevados a cabo recientemente en la ciudad de Los Ángeles están vinculados a una significativa reducción en el número de detenciones y fugas en la frontera sur del país. Este cambio se produjo tras la intensificación de los controles en una de las ciudades santuario más emblemáticas del país.
Desde el 6 de junio, agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), junto con la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), comenzaron una serie de acciones destinadas a localizar y deportar a inmigrantes indocumentados en California. Según los datos compartidos por el DHS, los resultados han sido inmediatos: las detenciones y las fugas de inmigrantes bajaron casi un 50% entre mayo y junio, marcando un punto de inflexión en el control fronterizo, especialmente en zonas de alto flujo migratorio.
Las cifras hablan por sí solas. Entre el 1 y el 22 de junio, la Patrulla Fronteriza registró 5 414 detenciones de inmigrantes, frente a las 9 577 del mes anterior. Las fugas también se redujeron drásticamente, pasando de 2 123 en mayo a solo 986 en junio. El DHS señaló que las ciudades santuario “ya no son un refugio seguro”, y que el nuevo enfoque apunta directamente a reforzar el cumplimiento de las leyes migratorias en todo el país. También se contrastaron estas medidas con las implementadas en administraciones anteriores, destacando un giro más agresivo en las políticas actuales.
En total, entre febrero y junio de 2025, se registraron solo 37 518 detenciones, una baja notable si se compara con las casi 600 000 del mismo periodo en 2024. Del mismo modo, las fugas cayeron a 11 867, cuando el año anterior se habían reportado más de 94 000. “Los inmigrantes están regresando porque saben que, en realidad, se irán esposados”, declaró la subsecretaria Tricia McLaughlin, asegurando que el mensaje de cero tolerancia ha comenzado a tener impacto, incluso fuera de las fronteras del país.