Las redadas migratorias han generado un éxodo de empleados en las plantas cárnicas de Nebraska y Kansas, afectando la producción y elevando el riesgo de alza en los precios.
La industria cárnica de Nebraska y Kansas enfrenta una crisis sin precedentes. Las recientes redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) han provocado que miles de trabajadores indocumentados dejen de presentarse a laborar, generando una preocupante escasez de mano de obra. Aunque las autoridades aseguran que las detenciones solo afectan a personas con antecedentes criminales, el temor de los inmigrantes los ha llevado a abandonar sus empleos, poniendo en jaque la producción de carne en estos estados.
El impacto de esta situación ya se siente en las plantas procesadoras y empacadoras, donde la falta de empleados ha ralentizado significativamente la producción. La industria alerta sobre las posibles consecuencias: una disminución en la oferta de carne que podría derivar en un aumento considerable en los precios.
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Nebraska sufre el impacto
Un reciente informe de la Asociación de Productores de Carne de Cerdo de Nebraska (NPPA, por sus siglas en inglés) reveló que la disminución del personal en las plantas procesadoras alcanza hasta un 60%. Al Juhnke, director ejecutivo de la NPPA, advierte que la situación es comparable a la crisis vivida durante la pandemia de COVID-19, cuando las restricciones obligaron a operar con capacidad reducida.
Los empleadores han intentado cubrir las vacantes, pero los U$D 18 por hora que ofrecen no resultan suficientes para atraer trabajadores estadounidenses. La falta de interés por estos puestos complica la posibilidad de reponer la mano de obra perdida, lo que podría prolongar la crisis.
Kansas también enfrenta dificultades
La problemática no se limita a Nebraska. En Kansas, la industria cárnica también experimenta una escasez de trabajadores que amenaza con desestabilizar el mercado. Glynn Tonsor, economista de la Universidad Estatal de Kansas, advierte que la falta de personal podría generar desabastecimiento y un incremento en los precios de la carne.
El impacto no solo afectaría a los consumidores, sino también a la economía en general. La reducción en la producción podría contribuir a un aumento de la inflación, generando un efecto dominó que repercutiría en otros sectores del mercado. Las autoridades del sector buscan soluciones, pero la incertidumbre sobre el futuro laboral de los inmigrantes mantiene la crisis en un punto crítico.
Créditos vídeo: YouTube | @tecnologiamodernamx.
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