La fiscalía de Texas, Estados Unidos, aún no ha presentado cargos formales contra ninguna de las personas cuyos hogares fueron allanados.
El pasado 20 de agosto, las autoridades de Texas allanaron las casas de al menos cuatro activistas y políticos latinos en el estado, en lo que legisladores y líderes de los derechos civiles calificaron como una táctica de “intimidación electoral” con el objetivo de disuadir a los votantes de ascendencia hispana de participar en las elecciones generales en Estados Unidos.
El gobierno de Texas, gobernado por el republicano Greg Abbott y su mano derecha, el fiscal general del mismo partido, Ken Paxton intensificaron en el último mes su esfuerzo por combatir el “fraude electoral”, haciendo eco de las teorías sin fundamento del ex presidente Donald Trump de que miles de inmigrantes intentarán votar en los próximos comicios.
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Intimidación
Las redadas fueron llevadas a cabo como parte de una investigación dirigida por la unidad de “integridad electoral” de la fiscalía, creada tras las elecciones de 2020, cuando la mayoría de los republicanos abrazaron la idea de que los comicios fueron fraudulentos.
Las autoridades estatales decidieron inspeccionar las casas del líder de los demócratas latinos en Texas, Manuel Medina, al igual que la activista Lidia Martínez, de 87 años y la alcaldesa de una pequeña ciudad al sur de San Antonio, Mary Ann Obregón.
“El gobernador está usando su oficina para intimidar a las personas”, señaló Gabriel Rosales, el líder en Texas de LULAC, principal organización de los derechos de los latinos en Estados Unidos. Asimismo, Rosales señaló que el objetivo del estado no es presentar cargos, sino intimidar a las personas que quieren participar en política.
Créditos: YouTube | @univisionsanantonio
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